MONTERREY. - José Manuel Figueroa ya no quiere andar metido en “chismes”.
Y es que el artista reconoció que hay muchas personas que a toda costa quiere ver a su familia mal, por eso no le gusta mucho hablar sobre sus familiares y los supuestos problemas por la herencia de Joan sebastian.
A pesar de que se puede pensar lo contrario, dijo, se lleva muy bien con sus familiares.
En la celebración del cumpleaños 70 de Joan Sebastian, organizada por algunos miembros de su familia y amigos, José Manuel Figueroa, hijo del cantante, prefirió llegar tarde para no tener que encontrarse con aquellas personas que, según él, sólo buscan separar a su familia.
Tras meses de no estar frente a las cámaras, el cantante José Manuel Figueroa llegó al evento sólo después de que su tío Federico Figueroa se hubiese retirado del evento pues no quería estar entre gente que intenta separar a su familia y se comporta de forma hipócrita.
“Gente que, en vez de realmente preocuparse, se le llena la boca de decir que ama a mi padre; en vez de querernos unir, procuran más con susurros y mentiras con jiribilla, buscan separarnos más y lo que no entienden la mayoría de mis hermanos o medios hermanos, como le quieran llamar legalmente o no, es que estemos separados, porque no les entra en la cabeza”, expresó el cantante respecto a su familia.
Hace cinco años, después de la muerte de Joan Sebastian, la familia Figueroa comenzó la pelea por la herencia del ‘Poeta de Juliantla’, pues fueron 51 propiedades inmobiliarias las que se habrían repartido entre 9 herederos, pero el cantante nunca definió cómo se llevaría a cabo dicha repartición.
Los herederos del cantautor son José Manuel Figueroa, Zarelea Figueroa, Julián Figueroa, Joana Marcelia Figueroa, C’Yavé Figueroa y Juliana Figueroa, sus hijos; además de los descendientes de Juan Sebastián y Trigo Figueroa, hijos fallecidos del intérprete, así como su última pareja, Claudia Alina Espín.
La herencia fue repartida el año pasado, pero algunos de los herederos aseguraron no haber recibido nada. Juliana fue la primera en salir en defensa de su herencia y afirmó que sus consanguíneos no le han dado los carros, terrenos, joyas, propiedades que, según ella, ya fueron distribuidas entre sus hermanos.