La historia de Hermann Schreiber ha conmovido las redes sociales y lo han hecho viral.
Schreiber junto a su esposa Teresa padecen alzhaimer, ella ya no habla, él poco a poco ha olvidado su idioma, sin embargo de lo que no se olvida es de como tocar al armonica.
De acuerdo a Clarín, aprendió la técnica a los cinco años, en ello se entretenía mientras su madre preparaba mantequilla.
Ahora que todos se encuentran en cuarentena, cada que sus vecinos salen a los balcones para aplaudir el trabajo de médicos y enfermeros él acude a su ventana, en la ciudad de Vigo.
Cree que esos vecinos de las casas de al lado son su público y no duda en ofrecerles un auténtico recital con ese instrumento de viento que siempre lo ha acompañado.
En la casa se encuentra él, su esposa y una persona que los cuida, pues necesitan médicamentos cada cierto tiempo.
Hermann y un hijo de Teresa tenían previsto un viaje a Alemania, pues él sigue conservando a sus médicos en dicho país, de donde es originario, y necesitaba seguimiento y hacerse con las medicinas que le han recetado.
Por las restricciones que ha desencadenado la pandemia del Coronavirus en España y por ser él persona de alto riesgo, no pudieron tomar ese avión. Tras un proceso burocrático largo y complicado, consiguió esos fármacos.
Con información de Clarín
AS