Fieles ortodoxos acudieron a la catedral de Podgorica en Montenegro al funeral del arzobispo Amfilohije, para despedirse de él de beso luego de morir por COVID-19.
Pese a que el sepelio se transmitió por televisión pública, miles de personas, sin cubrebocas, se dieron cita para despedirse del arzobispo fallecido.
Trasenció que el ataúd donde se vela al arzobispo de Montenegro, se abrió para que los fieles pasaran en una fila a despedirse y aunque en la entrada se repartieron mascarillas, hubo quienes hicieron caso omiso y no las portaron.
Además, se promovió la desinfección de manos de los asistentes y se solicitó mantuviesen la sana distancia, muchos se quitaron la protección al acercarse al cadáver para besarlo.
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Montenegro es uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus en la región báltica, pese a que sólo tiene una población de 620 mil habitantes dado que registra 20 mil 851 casos positivos y 326 fallecimientos.