Blanca Estela es doctora en educación y ejercía su profesión en la escuela Centenario, sin embargo a sus 51 años es pensionada, pues no pudo continuar trabajando debido a que padece una extraña enfermedad que le provoca fuertes dolores: el lupus.
Para Blanca, dicho mal degenera todo el cuerpo “porque está descompuesto el sistema inmunológico”. Lamentablemente, esta enfermedad autoinmune no tiene una cura, sino que su tratamiento se basa en tratar de mitigar los síntomas, los cuales varían en gran medida de paciente a paciente.
Debido a esta variación, es muy complicado detectar el lupus, ya que comúnmente es confundido con otros padecimientos. Son pocos los especialistas que pueden atenderlo adecuadamente, y además el tratamiento es muy costoso.
Día a día, Blanca lucha contra esta enfermedad, y agradece el apoyo de su familia y lo que ha logrado hacer en la vida.