A través de su sitio oficial un refugio de adopción de Barcelona compartió una carta para dar a conocer el emotivo caso de Bruno, un tierno y diferente perrito que se encuentra en búsqueda de un hogar que le de amor y cariño.
Bruno es una mascota de 10 años de edad, sin embargo, desde hace tres se encuentra viviendo en el refugio al no encontrar una familia que quiera hacerse cargo de él, y es que como "lo expresa" en la carta, su temperamento es difícil a consecuencia de las malas experiencias que ha vivido, además de que no puede convivir con niños pues no sería muy seguro para ninguno.
"Tengo 10 años y peso solo 7 kilos. Y parece que la vida ya se ha acabado para mi. Llevo varios años, tres para ser exactos, en el refugio y todavía estoy esperando a mi humano. ¿Quién me va a querer así como soy, o sea, un poco gruñón pero con un buen corazón?. También es verdad que no soy de los perros que se llevan bien con todo el mundo y, por eso, no puedo convivir con niños y necesito un núcleo familiar más cerrado y tranquilo, que me pueda dar el tiempo para conocerlos.
Y que no se asusten si les doy algún que otro mordisco al principio, porque, como no se han portado bien conmigo en mi vida anterior, no llevo muy bien que me toquen. Aunque en el refugio mis cuidadores me han enseñado las caricias, todavía me cuesta un poco creer que las manos humanas son buenas."
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El escrito fue compartido por las cuidadora del pequeño Bruno, un can con mirada tierna y un pelaje bayo que nos hace quererlo al instinto. Como si fuera escrito por el mismo, continúa con su descripción.
"La protectora se encargarán de ayudarme, con un profesional, para trabajar mis problemas en casa, porque creedme, tengo muchas ganas de volverme un perrito cariñoso y haré todo lo posible para que así sea. Solo necesito que me entiendas y que no te rindas.
Esta es la historia de muchos perritos como yo, los invisibles, estos que todo el mundo ve con los ojos, pero no con el corazón. Somos estos perritos que hemos tenido muchas razones para perder la confianza en la humanidad y que necesitamos a alguien que nos la devuelva.
Aunque en los refugios nos cuidan bien, estos sitios deberían ser estancias pasajeras y no hogares para toda la vida y... la vida pasa... Se está acabando... Los 10 años se convierten en 11, los 11 en 12 y así hasta que se me cierran los ojos sin poder encontrar a una familia de nuevo. Pero no como la que me abandonó emocionalmente herido, ¡no! Una buena familia como la que soñamos todos nosotros, ¡los invisibles!"
Finalmente, Bruno asegura mantenerse paciente a que alguna amorosa familia quiera acercarse a él con la finalidad de brindarle un nuevo hogar, no pierde la esperanza.
"No entendemos por qué estamos aquí. No entendemos por qué nuestros hermanos vienen y se van con familias nuevas y nosotros estamos aquí condenados, solo por ser un poco diferentes, pero no malos. Solo somos diferentes, heridos, pero llenos de esperanza"
Yo te sigo esperando y hasta mi último respiro te seguiré esperando. Como tengo ya 10 años, cada día es un regalo y lo tenemos que agradecer. Estoy deseando irme a casa. Si tienes un hueco en tu corazón aquí estaré esperándote. Tu querido Bruno de la protectora de Barcelona. Aquí me puedes encontrar, esta es mi dirección, pregunta por mi, por favor."