Muchos conocen e incluso frecuentan el 'Barrio Antiguo' de Monterrey, sin embargo pocos saben de la historia situada ahí que es llamada Callejón del Diablo, o Fortín del Diablo.
Una noche, un hombre identificado como Ignacio salió de su jornada de trabajo en la fábrica y como fue día de pago, tenía toda la intención de disfrutar el resto de la noche con sus amigos. Gastó todo su dinero en bebidas, invitó tragos a sus amigos y a muchos que no conocía. Cuando por fin quedó satisfecho y ya no podía más, lo único que quería era dirigirse a su casa para descansar.
Durante el camino en un callejón escuchó que alguien venía detrás de él, pero al voltear no había nadie. Siguió caminando y tuvo la misma sensación, pero siempre que miraba hacia atrás no lograba ver a nadie. Hasta que de repente una sombra se apareció frente a él y comenzó a formarse la silueta de un hombre que vestía un elegante traje negro pero que tenía un rostro horrible. De sus ojos salían luces rojas y cuando Ignacio miró hacia abajo, notó que el hombre tenía pezuñas en lugar de pies.
Con valentía Ignacio sacó el cuchillo que siempre cargaba en el cinturón, comenzó a atacar al misterioso hombre pero a pesar de apuñalarlo nunca lo hizo sangrar. Miró los ojos del hombre y un terrible resplandor salió de ellos dejándolo inconsciente. Al día siguiente, las personas encontraron a Ignacio tirado, lo ayudaron y él les contó esa historia.
Nadie le creía, pero Ignacio se volvió loco repitiendo esa historia una y otra vez. En el Fortín del Diablo aún se aparece este hombre que tiene la intención de asustar a todos los que pasean solos a media noche.