La azafata Ximena Suárez fue dada de alta el viernes pero prolongó la permanencia en la clínica Somer a raíz de la falta de vuelos disponibles a Bolivia. El domingo, fue llevada al aeropuerto José María Cordova de Rionegro, para abordar un vuelo comercial.
Suárez trabajaba en la aeronave de la compañía LaMia, que se estrelló contra una montaña el 28 de noviembre, cerca del aeropuerto de Rionegro. Perecieron 71 ocupantes de la aeronave, incluidos 19 futbolistas del Chapecoense, que iba a enfrentar a Atlético Nacional de Colombia dos días después, en el partido de ida por la final de la Copa Sudamericana.
Sobrevinieron Suárez, tres futbolistas, un narrador deportivo y un técnico aeronáutico boliviano.
La condición física de la sobrecargo es buena, informó el hospital. Mejoró de una fractura en la mano derecha, una lesión en un tobillo y múltiples heridas en el cuerpo. Se sometió a un tratamiento para superar la depresión en que cayó cuando se enteró de la magnitud del desastre.
Brayan Javier Suárez pasó por las redes sociales un mensaje de reconocimiento de su hermana Ximena por la atención recibida en Colombia.
"Aprovecho para agradecer al pueblo de Colombia, en general, por su acogimiento, ayuda y hospitalidad. A mi país Bolivia, a mi familia y amigos, muchas gracias a todos y que Dios los bendiga", dice la nota.
Suárez seguirá la recuperación en su hogar y los médicos le ordenaron utilizar un corsé ortopédico.
El arquero Jakson Follmann fue el primer futbolista en salir del Hospital San Vicente de Paul de Rionegro y partió a Sao Paulo el lunes. Pemanece en el Hospital Israelita Albert Einstein de esa ciudad.
El zaguero Alan Ruschel y el locutor deportivo Rafael Henzel, otros de los sobrevivientes, regresaron el martes a Chapecó, en el sur de Brasil. El defensa Hélio Zampier Neto, tercer futbolista sobreviviente, volvió a su país el jueves.
El técnico aeronáutico boliviano Erwin Tumiri se recupera en su residencia a las afueras de Cochabamba y fue el primero en salir de Colombia.