Mientras se disputaba el partido entre Uruguay y Hungría, en el Mundial de Suiza en 1954, un jugador de la selección uruguaya sufrió un infarto y momentos después revivió dentro de la cancha.
Juan Hohberg futbolista argentino nacionalizado en Uruguay, viajó a Suiza para el Mundial de 1954 en búsqueda de defender su título obtenido en 1950.
Durante la semifinal, en el segundo tiempo los celestes iban perdiendo 2-0, fue ahí que Hohberg le dio esperanza a La Garra Charrúa. Durante su festejo del segundo gol, sufrió un infarto, por lo que el kinesiólogo de equipo, Carlos Abate, acudió a auxiliar al jugador.
Mientras el partido seguía, Abate intentaba reanimar a Juan, tras varios intentos decidió administrarle coramina vía oral. Segundos después, el futbolista revivió.
El sudamericano ya no contaba con cambios, por lo que Hohberg volvió a ingresar al terreno de juego, yendo en contra de las indicaciones médicas. A pesar de su hazaña, de revivir y volver a disputar el encuentro, Uruguay cayó 4-2 frente a Hungría.
Después de lo sucedido, Juan Hohberg continuó con su carrera como futbolista hasta 1961, cuando se retiró con el Cúcuta Deportivo de Colombia. Tiempo más tarde se dedicó a la dirección técnico, llegando a ser el estratega de Uruguay en México 1970.
A la edad de 69 años falleció en Perú. Actualmente su nieto, Alejandro Hohberg, es jugador en el Universitario Deportes de Perú.