En Asia Central, en la clínica de Kirguistán, tuvieron que ser tiradas casi mil dosis de la vacuna Sputnik V contra el Covid-19, esto después de que un trabajador desenchufara la heladera donde estaban almacenadas las dosis para poder cargar su teléfono, así lo informaron las autoridades.
Las vacunas, que ahora son inservibles, formaban parte de un lore de 20,000 dosis que Rusia entregó como ayuda humanitaria a este país pobre de Asia Central.
Desde el mes de marzo inició la campaña de vacunación y las inyecciones rusas son las más populares incluso que las chinas de Sinopharm. El accidente ocurrió en abril en una clínica pública de Biskek, pero no fue hasta esta semana que se hizo público el caso, lo que ha desatado críticas contra las autoridades.
Alimkadyr Beyshenaliyev, ministro de Sanidad, explicó que un trabajador de mantenimiento podría haber sido el responsable del error cuando se encontraba buscando un enchufe para cargar su celular.
Kirguistán vive una tercera ola de Covid-19 y registraba oficialmente hasta el viernes más de 100.000 casos y 1.735 muertes, para una población de 6,5 millones de personas.
Kirguistán es el país más democrático de Asia Central, e incluso se lo llamó la “Suiza asiática”. Sin embargo, en los 30 años después de su independencia, 3 de sus 5 expresidentes terminaron presos o investigados. El país vivió dos revoluciones y todavía se decide entre un sistema parlamentario o presidencial. Las tradiciones, la división norte-sur y el pasado nublado por la leyenda marcan el rumbo del país, y la democracia no es necesariamente su destino.