Londres, 16 Mar (Notimex).- La organización Save the Children advirtió hoy sobre un dramático aumento de autolesiones, agresividad, ansiedad y depresión entre los niños inmigrantes que viven en condiciones degradantes en los campos de refugiados de las islas griegas.
En su nuevo informe “Una marea de autolesión y depresión”, Save the Children señaló que las pésimas condiciones en que están los refugiados son resultado del acuerdo firmado hace un año por la Unión Europea (UE) y Turquía, el cual ha obligado a miles de familias a vivir hacinadas.
Más de cinco mil niños se encuentran en centros de detención de refugiados en las islas de Grecia y las condiciones en esos lugares “están socavando la salud mental y bienestar general” de esos menores, advirtió. Refirió que los incidentes de autolesiones en niños tan jóvenes como de nueve años están creciendo al igual que los intentos de suicidio en menores de 12 años, mientras que ha aumentado el consumo de drogas y alcohol entre los adolescentes que tratan de escapar de su dolorosa realidad.
La organización recordó que en los campamentos estos niños han estado atrapados en violentas protestas, visto cadáveres, pasado el invierno en carpas endebles o incluso dormido a la intemperie, se les ha negado una educación y hasta perdido todas sus pertenencias. Los niños y sus padres también tienen miedo ya que se encuentran con miles de personas desconocidas que podrían abusar de los menores o hacerles daño pues aunque los campamentos están cercados con alambre de púas, tienen muy poca seguridad.
Save the Children también mencionó a los niños no acompañados, quienes viven en “modo de supervivencia” las 24 horas del día y sólo algunos de ellos duermen en turnos para tratar de mantenerse a salvo.
“El acuerdo UE-Turquía estaba destinado a acabar con el flujo de migrantes irregulares, “pero ¿a qué precio?”, se cuestionó Andreas Ring, representante humanitario de Save the Children en Grecia.
Personal de la organización en el terreno “están viendo un alarmante deterioro de la salud mental de los niños y temen una generación que desarrolle a largo plazo trastornos tales como depresión, ansiedad y estrés post-traumático, así como condiciones físicas asociadas como enfermedades cardíacas y/o diabetes.
Advirtió que si las condiciones se mantienen sin cambios, “podríamos terminar con una generación de niños entumecidos que piensan que la violencia es normal”, pero afirmó que aún pueden recuperarse y llamó a la UE y a Grecia a tomar medidas inmediatas para poner fin a la detención ilegal e injustificado de los refugiados.