Pocos creerían que una avispa es capaz de sumergirse en el agua, y aunque pareciera algo increíble, esto existe. Pues menos del 0,1% pueden hacerlo.
Aunque existen dos especies consideradas como acuáticas en subfamilia Microgastrinae, ninguno de estos ejemplares se había visto sumergirse en el agua. Estas se adentran un poco en el agua con el objetivo de parasitar las orugas acuáticas de las polillas.
Durante un trabajo de investigación en Japón, científicos liderados por José Fernández-Triana de la Colección Nacional Canadiense de Insectos lograron captar el momento justo cuando una avispa parasitoide de esta subfamilia se sumergía bajo el agua, con el fin de atacar y sacar orugas. Las orugas capturadas se utilizan como anfitriones de sus huevos antes de ser devueltas al agua.
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En la grabación se observa cómo una hembra de avispa camina sobre plantas flotantes en busca de su 'víctima', las larvas de la especie de polilla Elophila turbata. Estas crean una especie de cajas elaboradas a partir de fragmentos de plantas acuáticas y vive dentro de ella cerca de la superficie del agua.
La avispa se adentra al agua para comenzar su busqueda y obliga a una oruga a salir de su caja y las parasita rápidamente insertando sus huevo. En algunos casos, la avispa se sumerge bajo el agua durante varios segundos para poder encontrarlas.
De acuerdo al artículo publicado sobre el hallazgo, se muestra que la especie ha desarrollado una especial de garras tarsales agrandadas y muy curvadas, mismas que se cree que utiliza para sujetarse cuando entra al agua y busca huéspedes.