Magdalena Rivera Saldaña, directora de la escuela secundaria José Joaquín Fernández, cuyas instalaciones se encuentran tomadas por madres de familia inconformes por las estrictas reglas impuestas en referencia al uniforme de los alumnos, explicó que los padres de familia habían acordado dichos lineamientos de vestimenta.
Aclaró que solo son 10 los inconformes, de un total de más de 400 padres de familia. Además, negó que no les permitiera a los alumnos protegerse del frío y que por el contrario, está permitido llevar una pantalonera normal, pues la del uniforme es entubada y es incómoda para realizar actividades físicas.
También aseveró que los uniformes nuevos de los alumnos fueron provistos por el gobierno del estado y que es importante que los estudiantes los usen, no por capricho, sino para distinguirlos de posibles infiltrados que pudieran introducir drogas o causar desorden en la escuela, la cual dijo, está en un sector inseguro.