Los investigadores Michael Butler y Emma Wells, de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, han estudiado dos casos de jirafas enanas en Uganda y Namibia.
Han determinado que las jirafas están afectadas por displasias esqueléticas, trastornos cartilaginosos o esqueléticos que dan como resultado un desarrollo óseo anormal, este tipo de enanismo es poco conocido en animales salvajes en libertad y hasta ahora no habían analizado ejemplares de jirafas.
Los trastornos o alteraciones en la formación y desarrollo de diversas partes del cuerpo tienen un origen genético y en ocasiones pueden dificultar el desarrollo de actividades comunes, en el caso de las jirafas su baja estatura suele ser un problema importante ya que alcanzan sus alimentos gracias a su gran estatura, lo que ocasionaría una cuestión de supervivencia.
Los científicos se encontraban realizando un estudio fotográfico de la población de jirafas en el Parque Nacional Murchison Falls, en Uganda, cuando observaron a uno de los ejemplares jóvenes con patas notablemente más cortas a pesar de tener un tamaño corporal subadulto, lun estudio similar sucedió en Namibia, por lo que decidieron analizar estas alteraciones.
El resultado fue que “las proporciones esqueléticas apendiculares anormales de jirafas en libertad en dos taxones geográficamente distintos: una jirafa de nubia (Giraffa camelopardalis camelopardalis) en el Parque Nacional Murchison Falls (Uganda) y una jirafa ahumada o jirafa de Angola ( Giraffa giraffa angolensis) localizada en una reserva en el centro de Namibia.”
Curiosamente una de las jirafas estudiadas tenia un cuello más largo del que se podría esperar para un animal de su especie y su edad, Michael Brown indico que hasta ahora suponen que estos dos casos de displasia esquelética tienen una base genética natural.
MM