La vida de Fernando Vázquez, quien en apariencia transcurre normal al tener tres hijos y una esposa, cambió marcadamente en un lapso de cinco años.
El pequeño Fernando cumplió dos años, decía algunas palabras como "papá, mamá y agua", las primeras más comunes en el habla de un niño de su edad, pero repentinamente todo avance quedó truncado al dar un giro inesperado.
Los médicos le detectaron autismo, condición que según cifras de la Organización Mundial de la Salud, afecta a uno de cada sesenta y seis niños en los Estados Unidos.
En el caso de la ciudad de Torreón, el cálculo es de aproximadamente 200 niños que padecen este trastorno neurológico, del cual se desconocen a ciencia cierta sus causas.
En 2015, el ex torero Gerardo Gallo, quien es también padre de un menor con autismo, inició la fundación "Iluminemos de Azul", la cual ya tiene alcances en la región lagunera y pretende tomar acciones sobre este problema.
Será este próximo 23 de marzo en la Universidad Iberoamericana de Torreón cuando la fundación lleve a cabo una seria de pláticas al público en general sobre esta condición, que de acuerdo a datos dados a conocer por este mismo organismo, se manifiesta entre los dos y cuatro años de edad.
Con este proyecto, se busca que quienes padezcan de este trastorno tengan una vida sana y sobre todo de calidad, además de crear un censo más específico y ofrecer la posibilidad de crear el primer instituto regional para el autismo.