El campeón de boliche de Peoria, Delaware, Estados Unidos, John Hinkle, logró una puntuación perfecta en el partido más emotivo y trascendental de su vida, pues jugó con una bola personalizada en la cual fueron colocadas las cenizas de su difunto padre, así lo informaron medios locales.
Tras la muerte de su progenitor en el 2016, Hinkle quiso honrar a quien lo introdujo en este deporte de salón. Por lo cual, convirtió el orificio del pulgar de una de sus bolas en un recipiente que rellenó con las cenizas de su padre y la cubrió con vidrio.
El hombre asegura que esta bola le da la fuerza y la confianza necesaria para lograr los mejores resultados.
Aunque alcanzó "juegos perfectos" en otras ocasiones, es decir, 12 chuzas y la puntuación máxima de 300 puntos en un solo juego, la ocasión del pasado lunes fue especial pues su padre "lo acompañaba".
Con "piel de gallina", "escalofríos" y lágrimas en los ojos, Hinkle arrojó la bola en la última tanda, derribó los 10 bolos y alcanzó la puntuación máxima.