Los científicos han descubierto que los hombres que participan en las tareas del hogar se vuelven más atractivos para las mujeres, por lo que es hora de hacer que esos datos funcionen a su favor.
Gracias a los sociólogos Scott Coltrane y Michele Adams de la Universidad de California en Riverside, podemos explicar por qué los hombres parecen más encantadores cuando balancean una escoba o recogen la ropa.
En su análisis de datos del Suplemento de Desarrollo Infantil Estadounidense del Estudio de Panel de Dinámica de Ingresos, descubrieron que las mujeres identifican a los hombres que realizan más tareas de limpieza como más atractivos y deseables.
Sus hallazgos están respaldados por el Consejo de Familias Contemporáneas, que ha señalado que ahora que las mujeres también trabajan a tiempo completo, las parejas que comparten las tareas del hogar de manera uniforme están más satisfechas con todos los aspectos de su matrimonio.
Otros expertos han verificado esta conclusión con sus propias investigaciones, como el psicólogo Dr. Gottman, que se especializa en relaciones y matrimonio. Las investigaciones de Gottman lo llevaron a creer que las esposas identifican la participación doméstica de sus maridos como un signo de amor, lo que las atrae más.
El análisis desacredita la noción de que los hombres son o pueden ser vistos como menos varoniles si asumen regularmente la responsabilidad de las tareas domésticas, como cuidar al bebé, preparar la cena o fregar el piso. La realidad de la situación es todo lo contrario, ya que hacerlo puede ayudarlos a parecer más deseables y atractivos, e incluso fortalecer sus relaciones.
Además, los niños pequeños también se benefician del ejemplo de su padre. Los datos también mostraron que los niños en la escuela, que hacen las tareas del hogar junto con sus papás, se llevan mejor con sus compañeros y desarrollan más amistades que los que no lo hacen.
Además, también es menos probable que desobedezcan a sus maestros, se porten mal en clase, se depriman o se retiren de su vida social. Es un niño que a casi todo el mundo le parecería atractivo y con el que le gustaría pasar el rato.