La infraestructura dañada por el fenómeno climatológico fue tratada a través de 23 acciones con un monto autorizado de 16 millones 458 mil pesos, provenientes del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN).
La directora del Centro INAH-Durango, Sirle Rojas Rodríguez, dijo que los efectos causados por la contingencia se derivaron principalmente del exceso de humedad que ocasionó derrumbes en la mayoría de las edificaciones de adobe.
La también arquitecta destacó que todos los inmuebles intervenidos albergan características relevantes para cada una de las comunidades a las que pertenecen.
En total se trata de ocho templos religiosos, tres museos, el Centro Cultural y de Convenciones Bicentenario, el edificio de la presidencia municipal de Lerdo, además de dos portales, un panteón y una cancha de rebote, ubicados en las localidades de Santiago Papasquiaro, Ocampo y Mapimí, respectivamente.
En Durango, el INAH ha registrado mil 800 monumentos históricos, de los cuales 800 están en la capital y corresponden a los siglos XVIII y XIX, de arquitectura colonial con características barrocas, la mayoría de carácter religioso, agregó Sirle Rojas.