Seúl, 15 Mar (Notimex).- La expresidenta Park Geun-hye será interrogada la próxima semana en relación al escándalo de corrupción por el que fue destituida del cargo, mientras Corea del Sur se preparará para celebrar elecciones presidenciales el 9 de mayo siguiente.
Los fiscales especiales enviaron este miércoles a Park un citatorio para cuestionarla el próximo martes sobre la serie de señalamientos de soborno, tráfico de influencias y otros delitos en que se sospecha habría incurrido en complicidad con su cercana amiga Choi Soon-sil.
La notificación, entregada al representante legal de la destituida presidenta, precisa que Park debe presentarse en la sede de la Fiscalía de Distrito Central de Seúl la mañana del próximo día 21 de marzo para ser interrogada.
Park es sospechosa de abusar de su poder y de extorsionar a compañías locales en colusión con su amiga Choi, pero ha negado las acusaciones y hasta ahora se había opuesto a ser interrogada por los fiscales, de acuerdo con despachos de la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Tras salir a la luz el escándalo protagonizado por Choi, el Parlamento aprobó una moción presentada por la oposición para destituirla y la Corte Constitucional de Corea del Sur decidió el pasado viernes retirarla del cargo de manera definitiva, con lo que perdió su inmunidad y ahora enfrenta 13 delitos.
Ante la destitución de Park, el primer ministro surcoreano Hwang Kyo-Ahn asumió los poderes presidenciales de manera interina, sin embargo la Constitución de Corea del Sur establece que el país tiene que elegir a un nuevo presidente dentro de los dos meses siguientes a la sentencia de la Corte Constitucional. Durante una reunión este miércoles, el Consejo de Ministros decidió formalmente celebrar las elecciones presidenciales el próximo 9 de mayo y designar esa fecha como día festivo. Enseguida Hwang anunció que no contendería por el cargo.
“Para estabilizar los asuntos del Estado y llevar una administración justa de la elección presidencial, he tomado la decisión de que no es apropiado para mí contender en los comicios”, declaró Hwang y afirmó que en adelante se centrará en la “tremenda responsabilidad como presidente en funciones”.
El también primer ministro, quien se comprometió a llevar el proceso de elección de una manera estricta y justa, era visto como un potencial abanderado del campo conservador y parecía tener más posibilidades de llegar a la Presidencia surcoreana que los aspirantes liberales.