Ansiosas por disfrutar de su artista, las fanáticas de Justin Bieber buscaban desesperadas su acceso al estadio BBVA Bancomer, acompañadas por sus papás o amigas.
Niñas en su mayoría de entre 6 y 15 años lucían sudaderas, gorras con la leyenda Purpose y algunas hasta se dibujaron el rostro con la leyenda I Love Justin.
Las puertas del recinto fueron abiertas al filo de las 17:30 horas, pero el tiempo premió a los asistentes que durante más de dos horas se formaron e hicieron largas filas para poder ingresar; aunque fue casi al inicio del show cuando concluyó el ingreso de las largas filas. ¿Le sobra boleto?, ¿Le falta boleto? preguntaban los revendedores que rodearon las inmediaciones del estadio. Uno, dos, tres o hasta 4 boletos ofrecían al público, entre el que hubo quien desembolsó hasta 2500 pesos por uno. La euforia del público estuvo presente en todo momento, niñas, adolescentes y hasta adultos mayores entonaban los temas más famosos del ídolo juvenil como “Baby”. Las luces del estadio donde juega el equipo de futbol Rayados de Monterrey se apagaron cuando el reloj marco las 21:30, a partir de entonces el cantante demostró el poder de su ostentosa producción, la cual lució más de 800 luces robóticas, una gigantesca pantalla de alta definición en forma de triángulos en donde proyecto diversos mundos para acompañar cada canción. El escenario lució también una gran pasarela que llegó hasta el centro de la cancha.
La fiesta de Bieber comenzó a los acordes de “Mark my words”, en donde Justin apareció al centro del escenario encerrado en una cápsula de transparente, en la que escribió una serie de textos en cada uno de los lados.
La intensidad de los gritos de las fanáticas aumentaron con el simple hecho de verlo en escena. Pero él lució frío. La primera parte del concierto interpretó “Get Used To It”, “The Feeling” y “Boyfriend”. En este lapso nunca saludó a los fans y entre canción y canción solo caminaba de lado a lado del escenario. Uno de los momentos más esperados por las seguidoras fue cuando se apoderó de la pasarela y solo con su guitarra en mano interpretó “Been you”, la cual canto en vivo.
En el siguiente tema “Company”, una vez más el playback quedó al descubierto al escuchar su voz en las bocinas y él nunca tenía el micrófono en la boca. En el escenario elevado mostró a sus fans sus habilidades para la batería, mientras ellas no dejaban de gritar y echarle piropos.
Tras esto, hubo un silencio y las fans lo llamaban, “Justin, Justin”. Tras “As Long as You Love Me” subieron al escenario las elegidas para el tema “Children”, quienes fueron “entrevistadas” por Bieber para conocerlas un poco, desatando la envidia de todas las jovencitas presentes. Justin se mostró incómodo pues hacía muecas, pedía botes de agua y hasta escupía, pero al cierre de esta edición aún seguía con su primera presentación del Purpose Tour.