Hay diversas creencias alrededor de la muerte, incluso en culturas como en México se celebra de una forma colorida y festiva para recordar a sus parientes fallecidos. Sin embargo existen otras tradiciones un poco más escalofriantes, que sin duda en la actualidad causarían mucha polémica.
Fue durante el siglo XIX que se tenía como práctica común las fotografías post mortem, en donde los difuntos eran fotografiados en poses naturales como cuando estaban en vida. En algunos casos arreglaba el cuerpo para que luciera lo mejor posible e incluso la familia posaba junto a ellos, como una tradicional foto familiar.
Este tipo de fotografías tuvieron nacimiento en París aproximadamente en el año de 1839 y se asocia casi al reciente nacimiento de la fotografía. Esta práctica tiene como origen honrar a los muertos y poder recordarlos como cuando vivían.
Una gran alza en la tasa de mortalidad infantil durante la época victoriana, provocó que los retratos post morten de niños se popularizara, es por eso que internet se pueden encontrar en mayor parte imágenes de infantes.
La próxima vez que veas una de estas imágenes, recuerda que se trata de una antigua tradición que nada tiene que ver con leyendas ni historias de terror, sino del amor de la familia por los que ya partieron y desean recordar por siempre.