Mariano Longo, un joven de Argentina decidió dejar todo lo que tenía en su natal Don Torcuato para perseguir su sueño. Después de estar cuatro años reforzando su inglés y trabajando, fundó su propia empresa aeronáutica. Es reconocido por haber pasado de limpiar en McDonald's a ser el propietario de una firma valuado en 250 millones de dólares.
Actualmente Longo tiene hoy 42 años, pero desde pequeño se caracterizó por ser inquieto. Comenzó a trabajar a los 15 años como pasante en la dirección de rentas. Atendió al público durante cuatro meses, y en quinto año de secundaria obtuvo su primer trabajo pagado en el gigante de las hamburguesas.
“Cuando uno es más chico empieza a incorporar conceptos relacionados al trabajo y siempre algo bueno se puede sacar”, recuerda hoy. Después de ocho meses, le ofrecieron el puesto de manager y, si bien le pareció una buena idea, el torneo de fútbol que jugaba con sus compañeros del colegio le llamó más la atención. Decidió abandonar los BigMac para no dejar de lado el desafío deportivo. “Cumplir el sueño de salir campeón era más importante que la posición que me habían ofrecido”, relata.
Después de estudiar cuatro años la Licenciatura de Relaciones Públicas, obtuvo el título, tiempo en el que permaneció trabajando. Pasó por empresas como Sancor, Edelpa, Swiss Just y BIC. Hasta que un día decidió ir a visitar a su hermano en Guildford, Inglaterra. Por primera vez iba a salir del país.
Se hospedó en una casa de una familia en Richmond, ubicado al suroeste de Londres, y todos los días viajaba una hora y media a un instituto. “Tenía seis horas de inglés todos los días porque era bastante duro hablando. Fue super intensivo pero era la forma de aprender, yo no fui a pasear. Comí dos semanas en McDonald’s porque no sabía decir otra cosa que 'BigMac' y me daba terror hablar en inglés”, recuerda.
Después de estudiar cinco meses, publicó su currículum online en búsqueda de trabajo. “Un día fui a Starbucks. No me molestaba para nada, era parte de la historia. Yo venía de tener a cargo gente en BIC y si tenía que empezar a hacer café lo iba a hacer, no iba a permitir que una idea mía me nublara la vista de dónde quería ir”.
TE RECOMENDAMOS: Gatos se comen a su dueña tras morir por causas naturales
Entre llamados y ofertas que recibió, uno en particular le llamó la atención: una empresa enfocada en el sector aeroespacial.
Decidió insertarse en ese rubro y luego de trabajar en dos compañías vinculadas a los aviones, se le despertó un nuevo hobbie: viajar.
"Como vendedor de repuestos de motor de aviones cobraba la comisión", cuenta. "Hablé en la empresa, dije que me sentía limitado y quería buscar otros rumbos. Lo que no les comenté fue que tenía pensado abrir mi empresa en el mismo rubro en que estaba inserto hacía 4 años”, comenta Mariano.
En 2013, en la misma habitación donde Mariano estaba desde el primer día que se mudó a Inglaterra, nació Aeroset. En los años que estuvo en Inglaterra, ahorró 75 mil dólares de los cuales gastó un 90% en mercadería. Compró un logo por tres dólares por Internet, registró la empresa y a la semana ya tenía todo listo para empezar.
Ahora Aeroset es una empresa que tiene 30 empleados y cinco sedes en Londres, Lisboa, Miami, Malta y Hong Kong. Se dedica a comercializar repuestos de aviones principalmente a aerolíneas, pero también a talleres de reparación y a otras empresas que son distribuidoras.
“Estamos tratando de seguir peleándole a la crisis, hay trabajo pero menos. Resistimos a que todo se reactive y después de que ahí que todo siga su curso natural. Tuvimos la suerte de que no echamos a ningún empleado, pero las ventas bajaron en todo el mundo”, cuenta sobre las consecuencias financieras del coronavirus en todo el mundo.