Existen múltiples razones por las que la gente podría querer probar una alternativa a la leche de vaca: la intolerancia a la lactosa, la decisión de evitar productos derivados de animales o incluso la mera curiosidad. Pero por la razón que sea, hay muchas “leches” interesantes a base de plantas, las más comunes de las cuales están hechas de ingredientes como arroz, avena, soja, cáñamo o almendras que se hierven en agua y luego se mezclan y se cuelan.
Si bien el líquido resultante se llama leche sin importar de qué producto provenga, la composición nutricional varía según el ingrediente básico.
En términos generales, al cocinar, la leche de soya se puede sustituir por leche de vaca en casi todas las recetas, ya que es similar a la leche de vaca en lo que respecta al contenido de grasa y proteína, mientras que la leche de almendras o arroz se usa mejor para hacer postres, ya que ambos son naturales. dulce.
Todas estas diversas leches vegetales están disponibles en versiones aromatizadas y endulzadas y, a menudo, vienen fortificadas con nutrientes como vitaminas B y calcio.
La leche de almendras, con su delicioso aroma y consistencia cremosa, es rica en proteínas y perfecta en postres. En la cocina siciliana, la leche de almendras es un ingrediente clave y la versión endulzada es la base de la deliciosa y refrescante granita di mandorle.
La leche de coco, derivada de la pulpa de la fruta mezclada con su propia agua, es muy rica en grasas naturales: se utiliza para hacer el cóctel de Piña Colada y es un ingrediente de muchos platos asiáticos salados como el curry. La leche de cáñamo no contiene sustancias psicoactivas, pero es rica en Omega 3 y Omega 6 y es rica en proteínas y de fácil digestión.
La leche de avena mantiene muchas de las propiedades saludables de la planta: es rica en proteínas y ayuda al sistema inmunológico. También es excelente para hacer que tu cabello y tu piel brillen.
El tipo de leches vegetales más ligero y digerible es la leche de arroz. Es perfecto para quienes tienen alergias a los alimentos, pero también prácticamente no contiene grasas ni proteínas, lo que lo hace bastante inadecuado para cocinar, ya que no agrega cremosidad a los platos.
La leche de arroz tiene un sabor muy delicado, lo que la convierte en una bebida refrescante o un acompañamiento adecuado para los cereales del desayuno. La leche de soya, de uso común y ampliamente distribuida, se puede encontrar en infinitas variaciones y viene en sabores como chocolate, plátano, calabaza, cebada e incluso caramelo. A menudo está enriquecido con vitaminas, calcio y magnesio, y su sabor a menudo varía según el fabricante.
Es mejor elegir leche hecha de soja orgánica para estar seguro de que se cultivaron sin el uso de pesticidas y no se modificaron genéticamente. Incluso es posible hacer sus propias leches vegetales en casa: todo lo que necesita es un poco de tiempo y ganas de experimentar.