LAHORE, Pakistán (AP) — Unos 1.300 presuntos extremistas fueron arrestados en una barrida de escondites en la provincia pakistaní de Punjab, dijo la policía el viernes.
La operación se realizó pese a la defensa por el ministro provincial de Justicia de algunos grupos designados como terroristas y proscritos en Pakistán, pero renacidos bajo nuevos nombres.
Rana Sanaullah ha respaldado también a algunos líderes sectarios cuyos grupos han sido acusados de fomentar violencia contra sectas minoritarias islámicas, lo que genera dudas sobre su compromiso con el combate al extremismo en Punjab.
Dos funcionarios policiales, que hablaron a condición de anonimato, dijeron que otros 36 extremistas murieron en tiroteos con la policía y en operaciones paramilitares que comenzaron el mes pasado.
Sin embargo, en una entrevista con The Associated Press, Sanaullah cuestionó la etiqueta de terroristas para grupos extremistas antiindios como Lashkar-e-Taiba, resurgido ahora como Jamaat ud Daawa.
El mes pasado, Pakistán colocó bajo arresto domiciliario a Hafiz Saeed, un terrorista declarado por el que Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares, pero Sanaullah cuestionó las acusaciones contra Saeed, quien está vinculado mayormente con ataques extremistas en la parte india de Cachemira, una región del Himalaya cuya soberanía es reclamada por India y Pakistán.
"Están relacionados con Cachemira. Ellos sienten que la brutalidad india en Cachemira es inaceptable", dijo Sanaullah acerca de Saaed y sus seguidores y añadió que las cortes en Pakistán han dejado en libertad dos veces a Saeed, diciendo que no había evidencia de su participación en actividades terroristas.
Saeed es una de las personas más buscadas en India y está acusado de organizar ataques dentro del país.
Analistas y críticos dicen que el gobierno provincial de Punjab está albergando a grupos sectarios y yijadíes basados en la provincia más populosa, al tiempo que usa la batida para reprimir a pashtunes de regiones tribales fronterizas con Afganistán.
Sanaullah dijo que la policía estaba revisando áreas en Punjab dominados por la etnia pashtún y refugiados afganos no registrados porque los peores ataques lanzados en Lahore, la capital provincial, involucraron a residentes de áreas tribales, incluyendo uno el año pasado que mató a más de 75 personas.