Con apenas dos meses, la vida de una pequeña se vio interrumpida tras haber sufrido una sobredosis de metanfetamina, la cual ingresó en su organismo a través de la leche materna de su propia progenitora.
Los hechos ocurrieron en Plymouth, Indiana. Ashlee Rans de 26 años de edad, la madre de la difunta, fue detenida por la policía local y actualmente enfrenta cargos por negligencia. Podría pagar una condena en prisión de entre 20 y 40 años.
Ashlee fue la responsable de llamar al 911 para reportar que su bebé se encontraba inconsciente, asegurando que se debía a que, por accidente, se acostó encima de ella. Tras el arribo de los paramédicos, la bebé fue declarada muerta tras una lectura rápida de signos vitales.
Después de ser realizada la autopsia, fue cuando se reveló la verdadera razón por la cual la menor había perdido la vida. Se trataba de una intoxicación por el potente enervante.
Cuando se le confrontó con la evidencia que arrojó la autopsia, la madre finalmente confesó haber consumido drogas dos semanas antes del fallecimiento de su hija, aclarando que conocía los riesgos de que su leche materna se contaminara con la sustancia.
Con información de El Horizonte
EM