“La muerte del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes debe ser motivo de reflexión sobre la situación de violencia que vive la sociedad, en especial los jóvenes que han sido desaparecidos o asesinados antes de tiempo”, dijo el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López.
Durante la celebración eucarística para despedir los restos del vicario diocesano, Monseñor hizo un llamado al resto de los sacerdotes para ser ejemplo de la feligresía de quienes son guías espirituales; asimismo hizo un llamado a cuidarse y protegerse entre sí, pues consideró que la seguridad es responsabilidad de unos para con otros.
"Nosotros los presbíteros tenemos que buscar esta unidad, tenemos que entendernos más, tenemos que apoyarnos más y tenemos que cuidarnos más, eso es lo que el Señor, ante esta muerte, nos dice", expresó.
Asimismo, indicó que tienen la obligación de cuidar a la feligresía, de escucharla y atender las situaciones de violencia que enfrenta la sociedad, y recordó que el buen pastor es aquel que da la vida por sus ovejas.
Finalmente agradeció el acompañamiento de las familias de desaparecidos durante los 10 días que duró la búsqueda del sacerdote, exponiendo que es un problema que afecta a muchas familias, en este caso perjudicando directamente a la familia diocesana, pero que ocurre todos los días en la sociedad, por lo que es necesario que haya más sensibilización de la desaparición forzada.