Para conmemorar el primer centenario luctuoso del escultor francés Auguste Rodin (1840-1917), el Museo Soumaya tiene contempladas diversas actividades en conjunto con el Musée Rodin, de París, y otros recintos de México y Europa.
Alfonso Miranda Márquez, director del Museo Soumaya, explicó que las actividades se desarrollarán a lo largo del año y “no necesariamente será solo Rodin; buscamos juegos de espejos y relaciones entre el escultor francés y otros artistas”.
Desde hace nueve meses el Museo Soumaya, ubicado en el poniente de esta ciudad, exhibe “La Puerta del Infierno”, obra maestra del artista francés, como parte de la exposición del mismo nombre que reúne piezas procedentes del Musée Rodin.
Se trata de una fundición con 300 imágenes plasmadas en bajos y altorrelieves, tanto en sus hojas, quicios, marcos y esquinas, que hablan sobre el inframundo, a través de una superficie en bronce con pátina dorada, montada en el vestíbulo del museo.
Entre las esculturas que se pueden ver como parte de la decoración de “La puerta del infierno”, están “El pensador”, “El beso” o “Gran Venus victoriosa”, figuras que son de las más conocidas del artista parisino en México.
Las dimensiones de “La puerta del infierno” son de 5.22 metros de altura por 3.90 metros de ancho, coronada con la escultura “Las tres sombras”, con un peso total de seis mil 700 kilogramos.
La escultura, que llegó al Museo Soumaya para quedarse de manera permanente, se acompaña por 50 yesos extraídos del molde original de Rodin, mismas que fueron hechos por el artista para los relieves de la puerta.
Por si fuera poco, el Museo Soumaya reúne el acervo más importante de Rodin fuera de Francia. Están presentes desde sus primeras obras de influencia académica hasta sus piezas de géneros como el mitológico, el retrato, y su propuesta de fragmentaciones del cuerpo.