Maree Piacente y Kevin Magrin es una pareja de Australia que tuvo que cancelar su boda en mayo del 2021 debido al Covid-19, por lo que esperaban poder posponerlo por un año, lo que sería una apuesta segura, pensaron.
Sin embargo, dos días antes de su segunda boda, que debía de realizarse el pasado sábado, se anunció nuevamente un bloque del interrumptor automático para la ciudad a consecuencia de un brote creciente, lo cual significó en cancelar nuevamente su enlace matrimonial.
Algunas cosas pudieron posponerse, pero el florista de la pareja ya había comprado sus flores, una colección que incluía peonías, rosas, claveles y boca de dragón.
La pareja tuvo que comprar las flores a precio de costo y el auto de Maree terminó lleno de tallos frescos. Decidieron que deberían intentar vender los racimos a los coches que pasaban antes de que entraran en vigor las nuevas restricciones de Victoria.
Maree, de 27 años, y Kevin, de 29, se quedaron con algunos racimos para casa, pero vendieron el resto por $ 10 cada uno, o cualquier cambio de repuesto que la gente tuviera en sus coches.
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Kevin dijo que las personas que se detuvieron simpatizaron mucho con la situación de la pareja.
La pareja, de Pascoe Vale en el norte de Melbourne, dijo que sabían que estaban en el mismo barco que muchas otras personas que se habían visto afectadas negativamente por el cierre. Pero dijeron que entendían por qué se habían impuesto las restricciones de acuerdo con el consejo de los expertos en salud.
La pareja, que se comprometió en junio de 2018, tiene la esperanza de poder casarse a finales de este año.