El E.coli es una bacteria que desarrolla diversas afecciones en el ser humano. Algunas personas solo experimentan malestares estomacales, sin embargo otras llegan a desarrollar síntomas potencialmente mortales, como derrames cerebrales, insuficiencia renal y convulsiones e inclusive la muertes.
Se ha detectado que la infección de la mencionada bacteria se relaciona, mayormente, con el consumo de hambuerguesas. Se han registrado al menos siete fallecimientos y cientos de enfermos y hospitalizados en Canadá y Estados Unidos.
En 2018, Nathan Parker y Karla Terry, padres del pequeño Lucas, de Richmond, BC, llevaron al menor y sus hermanos a Disneyland, su primer viaje fuera de Canadá. Sin embargo, un brote de contaminación por E. coli O157: H7 se extendió tanto por Canadá como por Estados Unidos, dejando finalmente a 35 personas hospitalizadas.
Lucas tenía tan solo dos años cuando resultó infectado y como la mayoría de las personas que llegan a infectarse por esta cepa de E. coli, no presentó síntomas de inmediato. Cuando empezó a sentirse mal, la familia emprendió un largo viaje a casa.
Para cuando pudieron presentarlo a un hospital canadiense, la E. coli le había cerrado uno de sus riñones y le había provocado dos lesiones cerebrales.
Actualmente no existen tratamientos para el E. coli que puedan ayudar a evitar infecciones o prevenir complicaciones.
Nuevos brotes
Expertos, señalan que los nuevos brotes de la bacteria E. Coli en la lechuga, se pueden dar debido a la cercanía con otro tipo de cultivos y sobre todo, con el ganado bovino, además se le vincula con el uso mayoritario de productos en bolsas de plástico, por lo que en la última década se ha retirado del mercado la lechuga romana contaminada de Canadá desde los Estados Unidos.
Bill Marler, un abogado estadounidense y defensor de la seguridad alimentaria que ha estado luchando por la seguridad alimentaria durante casi 30 años, representa a Lucas y sus padres. Marler ha presentado una demanda en nombre de la familia contra el restaurante donde comieron, así como la finca y los proveedores de la lechuga; el caso se encuentra actualmente en la fase de descubrimiento en un sistema judicial que se ralentizó debido a la pandemia de Covid-19.