Benjamin Schreiber, asesino convicto en Iowa, Estados Unidos se enfermó de gravedad en su celda y perdió la vida momentáneamente hasta que los médicos lograron revivirlo. El hombre, que había sido sentenciado con cadena perpetua por homicidio doloso en 1997, ahora alega que merece libertad, pues técnicamente ya cumplió su condena.
De acuerdo a CNN, en marzo de 2015, Schreiber desarrolló piedras en los riñones, provocándole septicemia con el paso de los años. Un día se desmayó en su celda y murió camino al hospital, sin embargo, los médicos lograron revivirlo después de cinco intentos.
“Schreiber dice que al morir en el hospital cumplió su condena de prisión de por vida y ahora se encuentra encarcelado de manera ilegal y tendría que ser liberado inmediatamente“, es el texto que se puede leer en la apelación de su sentencia.
En opinión del Tribunal de Iowa, el convicto no ha cumplido su cadena perpetua. “La sentencia indica que deben pasar el resto de su vida natural en prisión, sin importar qué eventos ocurran antes de que termine su vida”, dijeron.
Por el momento perdió la batalla legar, pero su equipo de abogados planea seguir intentando. Aún le quedan apelaciones en las cortes y se menciona que podría llevar el caso hasta el Poder Judicial estadounidense.
Con información de CNN y Sopitas
UM