La fiesta de las cabelleras rubias de Puerto Rico continuará hasta la última ronda del Clásico Mundial de Béisbol.
Puerto Rico abrió el partido con cuatro carreras y seis hits consecutivos, y después aguantó una remontada tardía de Estados Unidos, para imponerse el viernes por 6-5 y avanzar a las semifinales del Clásico.
Con un partido pendiente, los boricuas aseguraron el primer puesto del Grupo F, y enfrentarán el lunes a Holanda en el Dodger Stadium por el boleto a su segunda final consecutiva. Hace cuatro años, perdieron ante República Dominicana en el partido por la corona.
"Estamos contentos por el trabajo que todos han hecho", dijo el bateador designado Carlos Beltrán, uno de los veteranos de un plantel con jóvenes figuras de las Grandes Ligas como Carlos Correa, Francisco Lindor y Javier Báez. "Creo que a los muchachos han hecho un buen trabajo jugando por su país. Estoy contento por nuestro país y por nuestra gente. Están muy orgullosos de nosotros, y espero que podamos terminar nuestra misión".
Exuberantes en sus festejos y con las cabelleras y barbas teñidas de rubio, los jugadores de la selección puertorriqueña están invictos en sus seis encuentros hasta ahora.
La otra plaza para semifinales del Grupo F será para el ganador del juego del sábado entre Estados Unidos (1-1) y República Dominicana (1-1). El vencedor jugará el martes contra Japón. El resultado también eliminó a Venezuela (0-2), rival de Puerto Rico el sábado por la tarde.
Cuando Edwin Díaz ponchó a Josh Harrison para terminar el partido con Brandon Crawford parado en tercera, los jugadores salieron corriendo del camerino de Puerto Rico para festejar en el infield. Después de unos cuantos minutos en el camerino, el plantel regresó al terreno ondeando pequeñas banderitas y para celebrar con un grupo grande de fanáticos cerca de las gradas de primera base, que ondeaban bandera, cantaban y bailaban al ritmo de panderos.
Los boricuas abrieron una ventaja de 4-0 en el primer inning con seis sencillos seguidos y un elevado de sacrificio ante Marcus Stroman, un pitcher con ascendencia puertorriqueña que rechazó una invitación para lanzar por la isla.
"Son un equipo muy bueno, y están haciendo muchas cosas bien", dijo el manager estadounidense Jim Leyland. "Hay que darles crédito".
Estados Unidos se acercó a 4-3 gracias a un sencillo remolcador de Eric Hosmer en el segundo y más tarde a unos impresionantes jonrones de Buster Posey al comienzo del quinto y de Adam Jones con un out en el sexto, ambos ante el abridor Seth Lugo.
El segundo vuelacercas de Posey en el torneo recorrió unos 398 pies hacia el jardín izquierdo. Jones, que jugó en el equipo de su escuela secundaria en San Diego, pegó su segundo jonrón en dos juegos.
Puerto Rico recuperó algo de margen en el sexto con un error del tercera base Nolan Arenado que produjo dos carreras. Arenado envió un mal lanzamiento a primera base tras fildear un rodado de Ángel Pagán.
Mychal Givens golpeó con un lanzamiento a Javier Báez, que había abierto el episodio y robó la segunda base. Andrew Miller salió y dio pasaporte a Rosario. Con T.J. Rivera al bate, Báez y Rosario robaron sendas bases. Rivera y el bateador emergente Kike Hernández se poncharon. El rodado de Pagán rebotó con fuerza y Arenado lo atrapó por encima de sus hombros. Lo logró, pero después falló al lanzar la pelota a Homser, y Báez y Rosario anotaron.
Carlos Correa, Beltrán y Molina lograron sencillos remolcadores en la primera ofensiva de Puerto Rico. Stroman logró un out cuando Rosario pegó un elevado de sacrificio para poner el 4-0. Molina intentó robar la tercera en esa jugada, pero se pasó de frenada y lo dejaron out. Stroman se las arregló para que Rivera conectara un elevado de out para cerrar el episodio.
"El primer inning fue increíble, nos dio mucha confianza para el resto del partido", señaló Beltrán.
Lugo admitió tres carreras y cinco hits en 5 innings y dos tercios, ponchó a dos y dio un pasaporte.
Stroman admitió cuatro carreras y ocho hits en 4 innings y dos tercios, ponchó a dos y dio un boleto.