A DeMarcus Ware se le comparó con un Ferrari clásico que solo necesita frenos nuevos. Sin duda no hay nada malo en el motor del jugador de los Broncos, especialista en capturar quarterbacks.
Esa es la visión de Von Miller sobre Ware. En su opinión hay agradecimiento, pues Ware ha sido la fuerza detrás del éxito reciente de Miller.
Pero Ware, de 34 años, se someterá este viernes a una cirugía para reparar un disco roto en la espalda, con lo que culmina una temporada plagada por las lesiones. Es posible que Ware haya jugado su último partido en Denver, e incluso que su carrera profesional haya llegado a su fin.
Sin embargo, Miller espera que eso no suceda.
"Le pueden arreglar los frenos y al final del día seguirá siendo un Ferrari — un Ferrari al lado de autos normales", dijo Miller, cuyo equipo finaliza la temporada el domingo ante un conjunto de Oakland que intenta ganar el cetro en la División Oeste de la Conferencia Americana. "Aún tiene combustible en el tanque y me gustaría verlo de regreso. Es un campeón. Es un líder".
Ware insinuó que no está listo para poner fin a su carrera. En su cuenta de Instagram publicó: "El pedal siempre está a fondo y aún hay gasolina en el tanque. #VroomVroom".
Sin embargo, esta ha sido una temporada repleta de obstáculos para Ware. Se perdió los campos de entrenamiento debido a problemas en la espalda y posteriormente se ausentó de cinco partidos de campaña regular a causa de una fractura ante Indianápolis el 18 de septiembre.
Y ahora no podrá terminar la campaña con los campeones defensores del Super Bowl, que llegan al último partido con solo el orgullo en juego, tras quedar eliminados.
"Además de ser un gran jugador, es realmente un buen líder", dijo el coordinador defensivo, Wade Phillips. "Ha sido grandioso para Von, grandioso para todo nuestro equipo. Jugamos una muy buena defensa cuando él está en el campo, aunque no esté al 100%. Todo el mundo tiene confianza cuando él está en el terreno".
Pese a ello, podría resultar demasiado costoso para los Broncos la próxima campaña, especialmente ante las necesidades ofensivas y en momentos en que su aparente heredero, Shane Ray, progresa bajo la tutela de Ware.
"Uno escucha todas esas historias de terror de que los veteranos no quieren juntarse con uno o compartir información", comentó Ray. "Él siempre está dispuesto a compartir su conocimiento y a hacer que las personas a su alrededor sean mejores".