Riccardo Ceccobelli, sacerdote de la diócesis de Todi, Perugia , en el centro de Italia confesó estar enamorado y afirmó estar dispuesto a intentar vivir su amor.
En un comunicado de prensa que lanzó la diócesis, dieron a conocer que el cura pidió a su superior al finalizar la misa, colgar la sotana.
“Mi corazón está enamorado, aunque nunca tuve la posibilidad de traicionar la promesa que hice. Quiero intentar vivir este amor”, fueron las palabras de Ceccobelli al obispo Gualtiero Sigismondi.
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Asimismo, se dio a conocer que el sacerdote fue suspendido de sus servicios y se comenzaron los trámites para devolverlo al estado laico.
Desde 2012 Riccardo Ceccobelli, de 42 años, fue ordenado sacerdote y también en el pasado secretario de la Concatedral de Todi y director de la pastoral juvenil de la diócesis.
El sacerdote asegura que fue una elección difícil para alguien que ama y respeta a la Iglesia. "No puedo seguir siendo coherente, transparente y correcto con ella (la Iglesia) como siempre lo fui hasta ahora", dijo, según el comunicado.
Estas confesiones, en directo frente a sus fieles y en presencia del obispo, se hicieron durante la misa dominical. Según el Corriere della Sera, "todo el mundo lo sabía" en este pequeño pueblo, cerca de Perugia, "circulaba la información, Don Riccardo había sido visto con una mujer".
Sin embargo, nada se sabe de la identidad de la mujer por la que Don Riccardo colgó la sotana.
Entre los vecinos de la parroquia, tras la decisión del sacerdote, hubo asombro pero también comprensión. Don Riccardo estuvo al frente de la parroquia durante seis años y es muy estimado y querido por los fieles, que le tomaron cariño y ahora dicen que apoyan sus elecciones.
“Todos nos quedamos atónitos cuando escuchamos sus palabras. No lo esperábamos, pero el amor no se puede mandar y don Riccardo demostró ser valiente y franco. Ciertamente la suya fue una elección muy dolorosa ”, dijo un feligrés.