Para muchos, tomarse una taza de café al despertar es de lo más 'normal', pues la cafeína favorece para estimular los sentidos y ayudar a despertar. Sin embargo, pocos conocen el 'riesgo' que implica tomar café en ayunas.
Aunque este es 'vital' para algunos, pues mejora su rendimiento del día y ayuda en sus actividades diarias, tomarlo en ayunas, así sea descafeinado, dispara la producción de ácidos, lo que puede provocar molestias leves a corto plazo, pero más graves con el paso del tiempo.
Si bien puede ser un 'estimulante' para 'despertar' el cuerpo, este despierta por sí solo con una hormona llamada cortisol, que se conoce también como la del estrés y tiene el objetivo de mantenernos alerta y regular la energía, entre otras funciones.
Ante esto, al añadirle un exceso de estímulo, la glándula suprarrenal, responsable de la fabricación del cortisol, dejará de producir con normalidad porque no lo considerará necesario, y esto no debería suceder ya que es vital para un correcto funcionamiento del cuerpo.
Este exceso puede provocar que dé sueño durante la jornada, y esto afecta más a las mujeres, ya que pueden sufrir irregularidades en la ovulación, aumento de peso y desequilibrio hormonal. Asimismo, provoca que los niveles de azúcar se eleven, y por ende se produzca más insulina.
Ante esto, se recomienda comer algo antes de beber una taza de café. Por otra parte, este hará más efecto entre 8:30 y 9:30, si se bebe pasado ese momento. Pero, ojo, antes de las 11,30, porque empieza otro pico de cortisol que dura hasta las 13,30. Entre esta hora y las 17,30 es otro buen momento para el café.