El caso del profesor francés Yván Pozuelo, inhabilitado durante ocho meses sin trabajo ni sueldo por calificar con 10 a casi todos sus alumnos, está generando polémica en España, donde los profesores están divididos a favor o en contra de las razones para puntuar a todos los alumnos con A's.
La Consejería de Educación del Principado de Asturias, región donde trabaja Pozuelo, sancionó el mes pasado al docente con ocho meses de suspensión laboral y salarial por “Violar el derecho de los estudiantes a la evaluación objetiva” en el instituto público Universidad Laboral de Gijón.
Pozuelo, quien sostiene que lleva más de una década calificando de la misma manera sin que nadie se haya fijado antes, anunció que apeló la sanción considerando que un diez no debe circunscribirse a un alumno entre 20.000 y que el aprendizaje no debe ser limitado a "tragarse" el idioma.
“La única nota que no puede ser diferente es diez, verdadero brillo. Todos somos diez de manera diferente ”, dijo a EFE Pozuelo que practica desde hace décadas este“ método innovador ”, pero que ha sido sancionado tras la publicación del juicio“ ¿Negreros o maestros? La rebelión del 10 '.
Pozuelo es actualmente profesora de francés en el Centro de Formación Profesional Integrada de la Escuela de Hostelería y Turismo de Gijón y trabajaba en el IES Laboral Universidad de Gijón cuando se informó.
Defensor de métodos innovadores y evaluador de proyectos Erasmus +, este docente gijonés que pasó su infancia y adolescencia en París, aseguró que se trata de “Un pequeño Charlie Hebdo” y se negó a aplicar el discurso narrativo convencional.
El profesor lleva una década aplicando su método y dijo que le funciona, ya que los alumnos son libres de equivocarse, no están obsesionados con copiar, no están buscando trucos y están contentos, como se muestra en la ausencia de quejas.
El profesor aseguró que la nota no está puesta en origen y que no sabe la partitura que va a poner hasta que el alumno entregue todos los trabajos, pero explicó que si el alumno logra las enseñanzas básicas que establece la ley, él le da un diez.
Pozuelo insiste en que la ley proporciona enseñanzas básicas, “No máximas, no Enciclopedia Espasa, sino básicas”, y eso determina el diez, por lo que no pondrá un dos ni “guillotina” a un alumno por equivocarse.
El gijón aseguró que en países del norte de Europa como Finlandia entienden su sistema y enmarcan el expediente que asegura que sus decenas son “falsas” e “inmerecidas” en una “condena ejemplar que se centra en frenar la innovación educativa”.
El Ministerio de Educación del Principado no se pronunció sobre la medida disciplinaria, aunque confirmó que “se ha cumplido todo el procedimiento, lo que ha sido absolutamente garantizador”.
Inicialmente abrió un procedimiento de información reservada para verificar el desempeño profesional del docente y, luego, el Servicio de Inspección Educativa “siguió todos los trámites, dio audiencia al docente, recabó documentación y realizó las entrevistas e investigaciones que consideró pertinentes y que concluyeron con el expediente, lo que pone fin al trámite administrativo ”, dijeron las fuentes. asesoramiento.
Por su parte, el profesor volvió a defender en una entrevista con el canal La Sexta que no está “aquí para seleccionar y catalogar, sino para enseñar”. “Me entrenaron para enseñar, no para decirle a un estudiante con anticipación si vale la pena o no”.
Y concluyó: “No voy a detener ni frenar a una persona, ir un poquito más rápido o un poquito más lento, mientras esté trabajando y progresando. Los que no trabajan no tienen un 10, a ver si con eso puedo tranquilizar un poco a la gente ”.