Después del gasolinazo el primer día de enero de este año y ante las protestas y el inconformismo generalizado por la medida, el presidente de Coparmex Laguna, Luis Rey Delgado indicó que las condiciones que estorban el crecimiento del país no iniciaron con el alza en el precio de los combustibles, sino de tiempo atrás pues no se aplicaron políticas correctas, no se construyeron condiciones para refinar gasolinas, sino al contrario cada vez se importó más y el tiempo nos ganó.
Explicó que no firmaron el acuerdo de fortalecimiento económico y protección del patriminio por ser un texto ambiguo sin concreción de propuestas y sin métricas, sin embargo dijo que permanecen en pláticas con el gobierno para llegar a acuerdos.
Eugenio Treviño, presidente de Canacintra Torreón, explicó que ya esperaban tiempos difíciles con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y mientras estaban a la defensiva no imaginaron el fuego amigo, refiriéndose al gasolinazo.
Comentó que el enojo ciudadano viene de cargarle el cobro de la factura del aumento a los combustibles, mientras el gobierno federal se muestra insensible repartiéndo bonos, aguinaldos, recursos a partidos políticos, diputados y senadores como si estuviéramos en abundancia.
Dijo estar de acuerdo en la manifestación ciudadana de manera pacífica con el fin de hacerle ver al gobierno que hay inconformidad.
Enfatizó que la corrupción y la impunidad expuesta a través de varios gobernadores es otro factor importante del descontento popular, haciendo hincapié en que falta revisar la corrupción en los sindicatos y las paraestatales del país.
Finalmente el presidente de Canaco Torreón, Antonio Baille Smith coincidió en que se está llegando a un límite de hartazgo en la forma de gobernar que puede llegar a ser peligroso.
Los empresarios estuvieron de acuerdo en que no creen que haya reversa en el gasolinazo y en que es un tiempo de mucho aprendizaje donde es importante la unidad para sacar a relucir las fortalezas pues es en estos tiempos donde sale la fuerza de la nación. Advierten que "en tiempos de crisis unos lloran y otros venden pañuelos”