Toronto, 30 Nov (Notimex). - La imposición de la visa a México cumplió su cometido: reducir el número de peticionarios de refugio, aunque también la caída de 55 por ciento del mercado turístico, con pérdidas de 396 millones de dólares en los primeros tres años.
La mañana del 13 de julio de 2009, el gobierno canadiense del conservador Stephen Harper anunció la imposición de visa a los mexicanos, aunque dio 48 horas de gracia para los viajeros que volarían ese día y el siguiente. La razón fue que México llegó a encabezar la lista de principales países con petición de refugio en Canadá.
En 2009 se presentaron nueve mil 511 solicitudes de asilo de mexicanos, pero con la visa el número cayó a mil 349 al año siguiente. El año 2015 cerró con 120 peticiones y entre enero y junio de este año se han presentado a la Comisión de Inmigración y Refugio de Canadá (IRBC) sólo 60 solicitudes.
El objetivo que buscaba el entonces primer ministro Harper se cumplió, pero el costo económico y político de esa sorpresiva medida fue muy alto. Desde el anuncio de la visa a México la industria turística canadiense protestó por la imposición de la medida sin previo aviso y en pleno verano. Asimismo, exigió a Harper reconsiderar su decisión, que golpeaba al turismo mexicano con un valor anual aproximado de 265 millones de dólares.
El turismo mexicano a este país pasó de 270 mil 828 en 2008 a 123 mil 763 en 2010, es decir una estrepitosa caída de 55 por ciento. Sin este importante volumen de visitantes mexicanos, este país bajó en los rankings internacionales de turismo. La Asociación de la Industria Turística de Canadá (TIAC) reportó que entre 2000 y 2015 Canadá tuvo un déficit turístico al “estancarse” en poco más de 20 mil millones de dólares el gasto de extranjeros en Canadá frente a los cerca de 40 mil millones de dólares en el gasto de canadienses en destinos internacionales.
Para la Comisión Canadiense de Turismo, México es un mercado estratégico, junto con Brasil, China e India, donde se promueven los destinos canadienses, pero la visa desestimula al viajero, señalaba la TIAC, que por varios años pidió al gobierno quitar ese requisito. Ante la presión del gobierno de México y la industria turística canadiense se flexibilizó el trámite de visa, se acortaron los tiempos y se implementaron nuevos programas como el “CAN+” para que los mexicanos que hubieran viajado a Canadá o Estados Unidos en los últimos 10 años tuvieran un proceso acelerado de su visa.
El turismo mexicano se fue recuperando y pasó de 156 mil en 2013 a 221 mil en 2015, año en que Canadá pasó al quinto lugar en el ranking mundial de turismo. La TIAC aplaudió la decisión del gobierno del primer ministro Justin Trudeau de suspender el requisito de visa a México, aunque señaló que a nivel internacional Canadá aún está detrás de sus competidores en términos de requisitos para ingresar al país, tiempos de proceso y programas de reciprocidad.