BEIRUT (AP) — El Ministerio de Justicia de Siria rechazó el miércoles el informe de Amnistía Internacional que denunció que unas 13.000 personas fueron ahorcadas por orden del gobierno en un penal próximo a Damasco, y calificó las acusaciones de "totalmente falsas" y de formar parte de una campaña de desprestigio.
La agencia de noticias estatal siria difundió el comunicado ministerial el miércoles, un día después de la publicación del reporte elaborado por el grupo internacional de defensa de los derechos humanos. El informe recoge un año de investigación y entrevistas con 31 personas que estuvieron detenidas en la cárcel de Saydnaya, cerca de Damasco, y con casi 50 exguardas, funcionarios, jueces y expertos.
En Damasco, el Ministerio de Justicia dijo que medios de comunicación "engañosos y provocadores" publicaron el informe de Amnistía con la intención de manchar la reputación del gobierno sirio a nivel mundial, especialmente tras sus recientes "victorias militares contra grupos terroristas". El gobierno se refiere a todos los grupos armados de la oposición con el término "terroristas".
"El Ministerio de Justicia niega y condena en los términos más firmes lo que se reportó porque no está basado en pruebas correctas sino en emociones personales que buscan conseguir objetivos políticos muy conocidos", explicó la nota.
Según el comunicado, el informe de AI se refiere a jueces y abogados entre los ejecutados. Sin embargo, el reporte no hace esa referencia. La ONG aseguró haber interrogado a exjueces y abogados y que entre los encarcelados en Saydnaya había activistas de derechos humanos.
Saydnaya se convirtió en la principal cárcel para presos políticos del país desde 2011, según testigos. De acuerdo con el informe de Amnistía Internacional, las autoridades sirias ahorcaron a entre 5.000 y 13.000 a lo largo de cuatro años en el penal, operado por la policía militar. Los ajusticiamientos ocurrieron una y en ocasiones dos veces por semana, tras juicios militares que duraban apenas unos minutos, agregó.