El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, romperá con otra de las tradiciones de la Casa Blanca: la celebración del 5 de mayo, que es considerada como la festividad mexicana más destacada entre los estadunidenses.
En Washington, el tradicional festejo se ha celebrado desde hace 16 años; sin embargo, este año tendrá perfil más modesto, lejos de las cámaras de televisión y sin el despliegue de figuras que lo caracterizó en administraciones pasadas.
De acuerdo con reportes de prensa, la festividad se llevará a cabo el 4 de mayo y quedará reducida a un evento encabezado por el vicepresidente Mike Pence en el salón del Tratado Indio, ubicado en el viejo edificio ejecutivo adjunto a la Casa Blanca, utilizado para reuniones y recepciones y que en el pasado sirvió como biblioteca.
La tradición inició con la administración de George W. Bush, quien incorporó el festejo como parte de los eventos anuales en la residencia presidencial.
Tanto Bush como el presidente Barack Obama, quien mantuvo esta tradición durante su gobierno, optaron por realizar el festejo en el amplio Salón Este de la Casa Blanca, donde los mandatarios acostumbran dar conferencias de prensa, o en el jardín de las rosas.
No está en claro si cómo en años anteriores habrá un espectáculo musical, que en ocasiones previas estuvo a cargo de reconocidas figuras como el grupo mexicano Maná, que lo amenizó en el 2016.
Funcionarios de la oficina de Pence dijeron al diario POLITICO que no está en claro si el presidente Donald Trump atenderá esta festividad ya que está previsto que viaje a Nueva York para reunirse con el Primer Ministro de Australia, Malcom Turbull.
En el 2016, en ocasión de la fecha, Trump generó críticas al publicar en su cuenta de Twitter una fotografía en la que se le ve con un 'taco bowl' –una fritura de harina en forma de plato hondo bajo la leyenda "los mejores taco bowls se hacen en Trump Tower Grill. Amo a los hispanos!".