HONOLULU (AP) — Luego de 75 años de rencor, los mandatarios de Estados Unidos y Japón se reunirán el martes en Pearl Harbor para una peregrinación al lugar de los bombardeos que provocaron el ingreso estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.
La visita del primer ministro Shinzo Abe junto con el presidente Barack Obama es la prueba de que los antiguos enemigos han superado los impulsos recriminatorios que pesaron sobre las relaciones en la posguerra, ha dicho el gobierno japonés. Aunque no es el primer gobernante nipón que visita Pearl Harbor, Abe sí será el primero en concurrir al monumento erigido sobre las aguas donde yace el buque de guerra Arizona.
Para Obama, probablemente será el último encuentro como presidente con un gobernante extranjero, dijeron voceros de la Casa Blanca. Es una suerte de cierre del círculo para el presidente, quien hace ocho años invitó al antecesor de Abe a ser el primer mandatario que recibía en la Casa Blanca.
Para Abe, es un acto de reciprocidad simbólica, seis meses después que Obama visitó Hiroshima, siendo el primer presidente en ejercicio que acude al lugar donde Estados Unidos lanzó una bomba atómica.
"Esta visita y la visita del presidente a Hiroshima meses atrás no hubieran sido posibles hace ocho años", dijo Daniel Kritenbrink, principal asesor de Obama sobre asuntos asiáticos. "El hecho de estar hoy aquí es el resultado de años de esfuerzos en todos los niveles de nuestros gobiernos y sociedades que nos han permitido afrontar de manera conjunta y directa los aspectos más rencorosos de nuestra historia común".
Más de 2.300 estadounidenses murieron el 7 de diciembre de 1941 bajo el ataque de 300 cazas y bombarderos japoneses. Durante los años siguientes, Estados Unidos encerró a unos 120.000 estadounidenses de origen japonés en campos, y en 1945 arrojó bombas atómicas que mataron a 140.000 personas en Hiroshima y 70.000 en Nagasaki.
Abe no ofrecerá disculpas por Pearl Harbor, dijo su gobierno. Obama no las ofreció cuando visitó Hiroshima en mayo.