Vaya sorpresa que se llevaron dos familias mientras velaban a sus hijas, al percatarse que quienes estaban dentro del feretro y a quienes le lloraban no eran sus familiares.
Eliana Benítez y Candela Bonaldi, de 20 y 21 años respectivamente, habían sido víctimas de un accidente de tránsito el pasado 1 de enero, en el cual murió además el conductor del vehículo donde ambas se trasladaban.
Dado que ambas mujeres eran muy amigas, las familias decidieron velarlas juntas. Sin embargo, debido a la pandemia los horarios se restringieron, y el responso de Eliana se realizó el sábado entre las 10:00 y 13:00 horas, mientras que el de Canela fue de 13:00 a 16:00 horas.
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Fue poco después de comenzar el segundo velorio que la madre se percató que quien estaba dentro del ataúd no era su hija,
La información fue corroborada por Nadia Benítez, hermana de Eliana, quien conversó con la madre horas después de haber notado la equivocación.
“La madre de Cande nos pregunta si Eliana usaba anillos. Ellos no habían podido ver el cuerpo. Pero abrieron el cajón, le tocaron la mano y vieron los anillos. Cande tenía un tatuaje en uno de sus brazos que la madre no se lo vio, y tampoco usaba anillos”, expuso
“La velamos a cajón cerrado. Estuve una hora llorando sobre el supuesto cajón de mi hermana”, agregó.
Lo peor de la situación es que la familiar de Eliana ya había enterrado el cuerpo, cuando descubieron esta equivocación.
“Cuando mi mamá llegó a la empresa primero no querían abrir el féretro, pero después accedieron. Cuando lo abrieron, mi mamá corroboró que quien estaba ahí era mi hermana, y el cuerpo de Candela era el que nosotros habíamos velado y enterrado”, sostuvo Nadia.
Finalmente, destacaron que no tomarán acciones al respecto contra la funeraria.