El hombre de 29 años fue identificado como Oliver Rosales y se encontraba tomando una siesta en plena calle mientras intentaba vender globos llenos de hidrógeno en la ciudad de Manila, en Filipinas.
Al estar distraído, un grupo de jóvenes decidió prenderle fuego a los globos, provocando una gigante explosión y el vendedor quedó envuelto en llamas. En el video se puede observar al grupo de chicos acercándose al lugar y cometiendo el acto.
Rosales de inmediato intentó quitarse el fuego de encima, pero ya había sufrido quemaduras de segundo grado. A pesar de las heridas y la mala broma, el hombre dice que perdonó a los chicos y reveló que los padres se harán cargo de los gastos médicos. "Son solo niños pequeños. No saben nada. Los perdono porque sé que cuando sean mayores se darán cuenta de lo insensato que fueron", mencionó.
En fotografías se muestran las terribles lesiones que sufrió Rosales en brazos y piernas, sin embargo, declaró que seguirá trabajando. "Las cicatrices estarán en mi cuerpo por mucho tiempo. Quizás por siempre. Aunque todavía tengo que trabajar", concluyó.
Con información de El Horizonte
UM