El "Chernobyl mexicano"; así fue el más grande accidente radiactivo en el país

Una máquina no usada en un hospital terminó siendo vendida como fierro viejo, pero en su transportación derramó material radiactivo.

El "Chernobyl Mexicano" ocurrió en Ciudad Juárez en los años 80. (CNSNS)
México /

El accidente por contaminación con cobalto-60 de Ciudad Juárez, mejor conocido como el “Chernobyl Mexicano” fue una dispersión accidental de material radioactivo, conocido como cobalto-60, proveniente de una unidad de radioterapia que fue comprada de manera ilegal por una empresa médica privada en la ciudad ya mencionada.

Aunque el hecho ocurrió casi tres años antes de la tragedia de Chernobyl, con el paso de los años, el suceso fue bautizado como el “Chernobyl Mexicano”, mismo que fue considerado como el mayor accidente con material radioactivo ocurrido en América Latina.

Cómo ocurrió el accidente en Ciudad Juárez

En 1977, un grupo de médicos del Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez compró una máquina de radioterapia equipada con una bomba de Cobalto-60, el cual es un isótopo radiactivo sintético que emite rayos gamma. Sin embargo, ante la falta de personal capacitado para manipular esta máquina utilizada para el tratamiento de personas con cáncer, seis años después, optaron por deshacerse de esta máquina.


Por este motivo, se le pidió a un trabajador de mantenimiento y a uno de sus amigos que se llevaran dicha máquina y la vendieran como fierro viejo. Debido a que este aparato tenía un peso de más de 100 kilos, decidieron desmontarlo, provocando que, en este proceso perforaron el corazón de la bomba de cobalto, que contenía material radiactivo, según se relata en el informe “Accidente por contaminación de cobalto-60 México 1984”, el cual fue elaborado por la Comisión de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).


Durante su trayecto del hospital al depósito de fierro viejo, algunos gránulos de cobalto-60 se dispersaron en el vehículo. A su vez, el líquido fue mezclado con el resto del fierro viejo en el depósito.


Empresas que compraron el material los usaron para la construcción de varillas de acero corrugado, bases para mesas y sillas. Se estima que fueron alrededor de 6 mil toneladas de material las que se distribuyeron por algunos estados del México, así como una parte exportada a los Estados Unidos.

¿Cómo se descubrió este incidente?

Fue hasta el mes de enero de 1986 que se tuvo conocimiento de este hecho después de que un camión que llevaba material a Nuevo México detonó los detectores de radiación del laboratorio nuclear de Los Álamos. Por este motivo se emitió una alerta a la CNSNS y 10 días después se detectó una camioneta abandonada que emitía niveles de radiación de hasta mil reontgens por hora.


Al investigar esta camioneta, dieron con el trabajador del Centro Médico de Especialidades, que confirmó que esta era la unidad en la que traslado el aparato hasta el yonque donde le dieron 1500 pesos por él.

Recuperación de material radiactivo

Tras esto, se comenzó un rastreo del material contaminado vendido y se concluyó que fueron varias compañías las que habían adquirido varillas o diversos objetos con propiedades radiactivas. Empresas de Monterrey, Nuevo León, San Luis Potosí, y Gómez Palacio, Durango, fueron algunas de las que compraron este material contaminado.

La CNSNS logró recuperar alrededor de 2360 tonelada de varilla sin utilizar, sin embargo, para mitad de 1984 aun había alrededor de mil toneladas de varilla contaminada sin recuperar, misma que estaba repartida en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas, Tamaulipas, Querétaro, Durango e Hidalgo.

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