CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos días se volvieron virales algunas imágenes de un ave gigantesca, que muchas personas confundieron con una persona disfrazada de pájaro. Sin embargo, se trata en realidad del águila harpía, una de las especies más grandes del mundo.
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El águila harpía vive en los bosques lluviosos del sur de México, además de los de América del Sur y Centroamérica, principalmente en Brasil, Colombia y Venezuela.
Es una de las aves más grandes del mundo y puede llegar a superar el metro de altura y llegar a pesar de cuatro a nueve kilogramos (la hembra dobla el peso del macho).
Al igual que su cuerpo, sus garras son gigantes, y pueden llegar a expandirse más de 13 centímetros, característica que impresiona a los científicos. Sus patas pueden llegar a ser más grandes que la mano de una persona promedio y sus alas extendidas, miden cerca de dos metros.
Es un depredador y se alimenta de mamíferos y algunos reptiles.
A pesar de que naturalmente puede llegar a vivir entre 25 y 35 años (algunas llegan a los 40), es una especie en peligro de extinción pues, advierten los expertos, son recurrentemente amenazadas por cazadores furtivos que buscan sus plumas, a pesar de ser una especie protegida.
MC
CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos días se volvieron virales algunas imágenes de un ave gigantesca, que muchas personas confundieron con una persona disfrazada de pájaro. Sin embargo, se trata en realidad del águila harpía, una de las especies más grandes del mundo.
El águila harpía vive en los bosques lluviosos del sur de México, además de los de América del Sur y Centroamérica, principalmente en Brasil, Colombia y Venezuela.
Es una de las aves más grandes del mundo y puede llegar a superar el metro de altura y llegar a pesar de cuatro a nueve kilogramos (la hembra dobla el peso del macho).
Al igual que su cuerpo, sus garras son gigantes, y pueden llegar a expandirse más de 13 centímetros, característica que impresiona a los científicos. Sus patas pueden llegar a ser más grandes que la mano de una persona promedio y sus alas extendidas, miden cerca de dos metros.
Es un depredador y se alimenta de mamíferos y algunos reptiles.
A pesar de que naturalmente puede llegar a vivir entre 25 y 35 años (algunas llegan a los 40), es una especie en peligro de extinción pues, advierten los expertos, son recurrentemente amenazadas por cazadores furtivos que buscan sus plumas, a pesar de ser una especie protegida.