El término "Antropoceno" ha sido adoptado para describir la actual era geológica en la que la humanidad ejerce un papel central en la generación de cambios en el planeta.
Esta transformación ha sido impulsada por diversas actividades humanas, como la urbanización, el uso masivo de combustibles fósiles, la deforestación, la explotación de recursos marítimos y la demanda creciente de agua.
Si bien ha habido evidencia de transformaciones causadas por la actividad humana a lo largo de miles de años, ha sido en los último siglos cuando los impactos en la composición y estructura de la Tierra se han vuelto más evidentes y preocupantes.
Científicos han señalado el comienzo de una "era antropozoica" o han reconocido al ser humano como un factor geológico, es decir un ‘ente’ cuya actividad impacta directamente a los recursos del planeta en el que habita.
En el año 2023 el Grupo de Trabajo del Antropoceno (GTA) de la Comisión Internacional de Estratigrafía, ha tomado la decisión de establecer el inicio del Antropoceno a mediados de los años 50 debido a que en ese período, se inició la era atómica y la denominada "Gran Aceleración", caracterizada por un dramático aumento en la actividad humana.
Esta exacerbación de la actividad humana ha resultado en un incremento en la temperatura terrestre, principalmente debido a la emisión de gases como el bióxido de carbono y el metano, los cuales son productos directos de las actividades humanas.
Qué consecuencias tiene el Antropoceno para la humanidad
El Antropoceno trae consigo una serie de efectos nocivos que afectan tanto al planeta como a la vida que lo habita. Uno de los más destacados es el calentamiento global, que ha provocado un aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos naturales devastadores, como huracanes, olas de calor, sequías e inundaciones.
Aunque el Antropoceno no representa una amenaza inmediata e inminente para la existencia de la humanidad, sí plantea serios riesgos para la vitalidad del planeta. La contaminación de suelos, ríos, lagos, mares y atmósfera afecta la biodiversidad, los ecosistemas y los recursos naturales indispensables para la vida humana.
Por ello los ambientalistas hacen un llamado a tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar prácticas más sostenibles para garantizar la autosustentabilidad del planeta y salvaguardar el bienestar de las generaciones futuras.
ERV