OAXACA.- A través del Programa Encrucijada de Líderes Emergentes 2021, Ramiro González Cruz, de origen zapoteco, fue becado por la Universidad de Harvard en Estados Unidos.
El oaxaqueño se limitó a compartir la noticia a través de un mensaje en sus redes sociales: "Me complace compartir al público que me aceptaron en el Programa Crossroads Emerging Leaders Program (CLEP) de la Universidad de Harvard”.
Ramiro, quien nació el 14 de octubre de 1997, confiesa que es el primer profesionista de su comunidad indígena San Isidro El Costoche, perteneciente al municipio de San Francisco Logueche, en la Sierra Sur de Oaxaca, con apenas 800 habitantes.
Con gran sacrificio de su padre Simplicio González y su madre Cecilia Cruz Antonio, terminó la telesecundaria.
Salió de una telesecundaria, luego estudió en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Oaxaca (CECyTEO) Plantel 25, en San Pablo Huixtepec, donde, pese a que no conocía una computadora, se graduó como Técnico en Soporte en Mantenimiento de Equipos de Cómputo en 2016.
Luego de migrar, regreso a Oaxaca para ingresar a la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales de Oaxaca (UTVCO), donde estudió Técnico Superior Universitario en Desarrollo de Negocios Área Mercadotecnia; posteriormente cursó la Licenciatura en Innovación en Negocios y Mercadotecnia.
Durante su estancia en la UTVCO tomó un voluntariado en la Universidad Continental de Perú, Facultad de Ingeniería Empresarial. Fue Director del área de Lidérate en el Ateneo Nacional de la Juventud Capítulo Oaxaca, y cursó la Certificación TOEFL en el Centro de Trilingüe de Estudios Universitarios.
Mi papá, un campesino, “no tiene ni un día de clases y cuando le explico soy licenciado o le dijo todo lo del mi trayecto académico, ellos no saben que es lo que realmente hago, pero se sienten orgullosos”.
“Yo no pensaba seguir estudiando. La telesecundaria es todo lo que hay en mi rancho. Tal vez me junte, me case, no está mal, todos mis compañeros de la telesecundaria ya tienen familia. Yo tomé un camino muy diferente a ellos. Muchos de mis profesores me motivaron al nivel media superior”.
Sin embargo, “por la situación económica que siempre he tenido tuve que dejar de estudiar un año y me fui a la pizca a los estados del norte al corte de tomate, tomatillo, chile y como yo sé cultivar, desyerbar, cortar milpa porque vengo del campo, lo hice, pero estando en los campos de Sinaloa era muy pesado porque yo cargaba cuatro botes de tomates rojo, cada bote pesaba entre siete y 12 kilos y trabajar todo el día. Y ahí tomé conciencia, dije esto no es para mí, mejor me regreso a estudiar”.
Y regresó a Oaxaca donde decidió entrar a la universidad y, para costearse sus estudios, vendió pizzas, bollos, roles de canela y hasta productos de Avón, lo que le causó risa por ser productos avocados al mercado de mujeres.
“Quiero que a todos nos vaya bien. La educación es la única marera para sobresalir. Ahora tengo reuniones con chicos de todo el mundo. Apenas conocí a uno de la India, Afganistán, China y de Latinoamérica. Reconozco que me costó trabajo porque no hablo muy bien el inglés, soy intermedio, fue el mayor reto y todas las conferencias y plataformas viene en inglés y tengo que hablarlo”.
Además, se propuso la “meta de conocer a una persona diaria o tres a la semana y tener relaciones públicas para darme a conocer porque yo vengo de un pueblo y no tengo a ninguna persona a donde visitar o convivir”.
Ahora también es intérprete y promotor intercultural para ayudar a personas privadas de su libertad.
Actualmente es Promotor Intercultural e Intérprete por la Defensoría Pública del Estado, así como integrante de la Red Internacional de Jóvenes de Latinoamérica, que incluye a Colombia, Perú, México, Argentina, Guatemala, El Salvador y Chile.
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