Ciudad de México se ha convertido en el epicentro cultural que fusiona tradición y modernidad, un escenario perfecto para que Carolina Herrera presentara su colección Resort 2025. Inspirado por la energía creativa de la capital mexicana, Wes Gordon, director creativo de la firma, destacó la conexión única entre los códigos de la marca y el espíritu vibrante de la ciudad.
El Museo Anahuacalli, diseñado por Diego Rivera con un estilo precolombino, fue el marco ideal para el desfile. “Al llegar, me enamoré de la geometría del patio y del edificio”, confesó Gordon. La colección evoca la esencia de México con una paleta de colores que incluía el rojo carmín, naranja cempasúchil y rosa Barragán, contrastando con la piedra volcánica del lugar.
Carolina Herrera colabora con artesanas mexicanas
Uno de los aspectos más destacados de la colección fue la colaboración con cuatro artesanas mexicanas, quienes aportaron su talento y tradición a las prendas. María de los Ángeles Licona San Juan, de Hidalgo, incorporó los bordados de Tenango, mientras que Virginia Verónica Arce Arce, de Tlaxcala, rindió homenaje a la cultura nahua. Por su parte, Jacqueline España Capilla interpretó la talavera en botones y aplicaciones, y Araceli Nibra Matadamas, de Oaxaca, creó joyas de jícaras pintadas y decoradas.
“Colaborar con estas artesanas fue un honor. Enriquecieron la narrativa de la colección con una conexión más profunda con la cultura mexicana”, comentó Gordon. Estas piezas, disponibles bajo pedido, representan un puente entre la alta costura y las raíces culturales.
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Belleza y simplicidad: los pilares de Carolina Herrera
Desde que asumió el liderazgo creativo en 2018, Gordon ha mantenido un enfoque en la belleza como eje central. “Me pregunto si un vestido es bonito y, si no lo es, pienso cómo lograr que lo sea”, explicó. Este compromiso con la estética se traduce en cada detalle de las seis colecciones anuales que produce la marca.
La firma mantiene un atelier completo en Nueva York, una rareza en la industria actual. Allí, en la icónica Séptima Avenida, se materializan los diseños que combinan pragmatismo americano con herencia latina. Además, Carolina Herrera colabora con el Fashion Institute of Technology, otorgando becas para apoyar a la próxima generación de artesanos.
El desfile en Ciudad de México no solo presentó moda, sino también una experiencia inmersiva para clientas, celebridades e influencers. Desde una cena en Contramar, a cargo de la reconocida chef Gabriela Cámara, hasta un cóctel en la Casa Pedregal de Luis Barragán, el evento celebró la riqueza cultural de México.
Con el debut del sistema see now, buy now, la marca ofreció a las asistentes la posibilidad de adquirir las piezas en el momento del desfile, marcando un nuevo hito en su estrategia.
Carolina Herrera, con su conexión renovada con México, reafirma que la moda puede ser un espacio donde tradición, arte y belleza convergen para contar historias universales.
ERV