ESPECIAL.- La cazadora Beka Garris de 31 años fue objeto de polémica luego de publicar imágenes en sus redes sociales cazando junto a su hija de dos años.
Garris sostiene que lo hace para naturalizar la caza ante los ojos de la pequeña.
"Exponer a un niño al aire libre y a la caza en una edad tan temprana solo le creará un vínculo con la naturaleza. Crecerá pensando que estas actividades son normales, como debería ser", explicó.
El comentario generó cientos de críticas por parte de grupos animalistas y contrarios a la caza, los cuales ven como una decisión aberrante dicho acto.
"Me niego a disculparme por enseñarle a mi hija que la comida proviene del bosque y del agua", aseguró la mujer.
Lo cierto es que su foto, en la que posa junto a un ciervo asesinado, su arma y su hija de dos años, causa indignación. Pero ella la exhibe feliz en su Facebook.
cog
ESPECIAL.- La cazadora Beka Garris de 31 años fue objeto de polémica luego de publicar imágenes en sus redes sociales cazando junto a su hija de dos años.
Garris sostiene que lo hace para naturalizar la caza ante los ojos de la pequeña.
"Exponer a un niño al aire libre y a la caza en una edad tan temprana solo le creará un vínculo con la naturaleza. Crecerá pensando que estas actividades son normales, como debería ser", explicó.
El comentario generó cientos de críticas por parte de grupos animalistas y contrarios a la caza, los cuales ven como una decisión aberrante dicho acto.
"Me niego a disculparme por enseñarle a mi hija que la comida proviene del bosque y del agua", aseguró la mujer.
Lo cierto es que su foto, en la que posa junto a un ciervo asesinado, su arma y su hija de dos años, causa indignación. Pero ella la exhibe feliz en su Facebook.
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