ESPECIAL. – Las investigaciones de la universidad belga de KU Leuven causaron polémica y provocaron que un grupo en defensa de los derechos animales denunciara los estudios, ya que realizan perforaciones en los cráneos de menos incrustándoles barras de cemento.
Asimismo, Animal Rights, que trabaja en Bélgica y los Países Bajos, publicó una serie de fotos que muestran a los monos en cuestión.
De acuerdo con su estudio, el establecimiento recibió más de 1,8 millones de euros públicos para realizar experimentos con animales el año pasado, de los cuales casi todos "serán eliminados" una vez concluya la investigación. Trascendió que 12 monos rhesus participan en los estudios.
"Los experimentos cerebrales causan a los monos mucho sufrimiento", señala un comunicado de los activistas.
"Electrodos son implantados en el cerebro a través de agujeros perforados en sus cráneos. El cemento se usa para unir una barra de fijación o 'gorro' al cráneo. Esta barra sirve para fijar la cabeza de los monos durante las posteriores mediciones del cerebro", afirmaron, agregando que los animales también se ven obligados a hacer una dieta, que los fuerza a "cooperar con los investigadores".
La toxicóloga Jen Hochmuth calificó los experimentos de "inútiles y crueles", que "solo sirven para satisfacer la curiosidad de científicos, carentes de compasión".
En su comunicado, Animal Rights dio a conocer que la universidad afirma llevar a cabo dichos experimentos con monos para estudiar el funcionamiento del cerebro y desarrollar "medicamentos y tratamientos eficaces para humanos".
Por su parte, KU Leuven había afirmado en su sitio web que "lamentablemente, no hay suficientes buenas alternativas disponibles para reemplazar a los animales", que participan en dichos estudios.
cog
ESPECIAL. – Las investigaciones de la universidad belga de KU Leuven causaron polémica y provocaron que un grupo en defensa de los derechos animales denunciara los estudios, ya que realizan perforaciones en los cráneos de menos incrustándoles barras de cemento.
Asimismo, Animal Rights, que trabaja en Bélgica y los Países Bajos, publicó una serie de fotos que muestran a los monos en cuestión.
De acuerdo con su estudio, el establecimiento recibió más de 1,8 millones de euros públicos para realizar experimentos con animales el año pasado, de los cuales casi todos "serán eliminados" una vez concluya la investigación. Trascendió que 12 monos rhesus participan en los estudios.
"Los experimentos cerebrales causan a los monos mucho sufrimiento", señala un comunicado de los activistas.
"Electrodos son implantados en el cerebro a través de agujeros perforados en sus cráneos. El cemento se usa para unir una barra de fijación o 'gorro' al cráneo. Esta barra sirve para fijar la cabeza de los monos durante las posteriores mediciones del cerebro", afirmaron, agregando que los animales también se ven obligados a hacer una dieta, que los fuerza a "cooperar con los investigadores".
La toxicóloga Jen Hochmuth calificó los experimentos de "inútiles y crueles", que "solo sirven para satisfacer la curiosidad de científicos, carentes de compasión".
En su comunicado, Animal Rights dio a conocer que la universidad afirma llevar a cabo dichos experimentos con monos para estudiar el funcionamiento del cerebro y desarrollar "medicamentos y tratamientos eficaces para humanos".
Por su parte, KU Leuven había afirmado en su sitio web que "lamentablemente, no hay suficientes buenas alternativas disponibles para reemplazar a los animales", que participan en dichos estudios.
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En su comunicado, Animal Rights dio a conocer que la universidad afirma llevar a cabo dichos experimentos con monos para estudiar el funcionamiento del cerebro y desarrollar "medicamentos y tratamientos eficaces para humanos".
Por su parte, KU Leuven había afirmado en su sitio web que "lamentablemente, no hay suficientes buenas alternativas disponibles para reemplazar a los animales", que participan en dichos estudios.
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