Los cinturones son uno de los accesorios más usados día a día, por comodidad o incluso por la combinación de la vestimenta, pero muchas personas desconocen las consecuencias que pueden traer a la salud si se usan de forma inadecuada y a continuación te explicaremos la razón.
Los cinturones sumamente apretados pueden desencadenar una serie de problemas tanto en la piel, cómo en el aparato digestivo, dependiendo de cómo se use y el tiempo que se traiga puesto, por lo que se debe aprender a utilizar de manera adecuada.
Pero, ¿por qué causa problemas?, a continuación lo explicamos; a nivel de la piel son evidentes las marcas que los cinturones pueden ocasionar, sobre todo cuando están muy apretados o cuando tienen hebillas muy anchas o de materiales como el metal.
En este sentido, las marcas en el cuerpo pueden reflejar moretones, marcas o incluso dolor ocasionado por mantener la misma postura con el cinturón apretado, por tiempos prolongados.
Estas lesiones se pueden prevenir al utilizar cinturones de la talla adecuada, evitando apretarlos de más, e incluso eligiendo materiales suaves o flexibles y sobre todo utilizarlos sólo cuando sea necesario.
¿Cómo afectan los cinturones a la digestión?
Respecto al aparato digestivo y de acuerdo con información de la Clínica Mayo, los cinturones pueden empeorar problemas en la salud ya existentes cómo la distensión abdominal, el reflujo, pirosis, hernias, estreñimiento, o incluso digestión lenta o colitis.
Todo esto ocasionado por usar cinturones excesivamente apretados o incluso por colocarlos en el abdomen y no en la cintura, además de que todo esto se maximiza cuando las personas que los usan y tienen alguno de estos padecimientos, pasan demasiado tiempo sentados o en posiciones poco favorables.
¿Cómo evitar que los cinturones afecten la salud?
Lo ideal es seguir el consejo “De la moda, lo que te acomoda” y no ocasionar problemas a la salud de forma innecesaria sólo por querer lucir una prenda en específico, lo mejor es que las personas prefieran la comodidad.
Para esto te recomendamos buscar cinturones o fajillas de la talla adecuada, de materiales suaves cómo la tela o el cuero y evitar los materiales como el plástico o los sintéticos, además de que las hebillas deben ser de tamaños moderados que no molesten al momento de sentarse o caminar.
Por otro lado, se debe usar en la cintura y no arriba del ombligo o en la parte media, en dónde se presiona el estómago.
Ahora que conoces los motivos que podrían dañar tu salud al usar cinturones apretados te recomendamos evitarlos y estar atento de tu salud digestiva.
ERV