Durante la tradicional posada navideña escolar en la primaria Monclova 400, se vivió un momento lleno de emoción y solidaridad que rápidamente se viralizó en redes sociales, dejando una huella en todos los presentes.
La protagonista de este acto conmovedor fue la maestra Ale Hernández, quien, con una mezcla de amor, creatividad y empatía, transformó una simple presentación de villancicos en un acto inclusivo que celebró la verdadera esencia de la Navidad.
Maestra transformó silla de ruedas de alumno en trineo
En un gesto de inclusión, la maestra decidió que uno de sus alumnos, un pequeño con discapacidad que usa silla de ruedas, no quedara excluido de la actividad. En lugar de permitir que el niño se quedara al margen, Ale Hernández transformó la silla en un trineo navideño y lo vistió como Santa Claus, permitiéndole participar plenamente en la presentación de los villancicos junto a sus compañeros.
El pequeño, con una sonrisa radiante en su rostro, se convirtió en el centro de atención, y su participación fue acompañada por la maestra, quien lo animaba y lo guiaba en los pasos de baile. Este acto de cariño no solo permitió que el niño viviera una experiencia inclusiva, sino que también demostró cómo el amor y la empatía pueden superar cualquier barrera, ofreciendo a todos los presentes una lección de humanidad.
El gesto de la maestra provocó un torrente de aplausos y algunas lágrimas entre los asistentes, quienes se vieron conmovidos por la escena. Lo que parecía un simple acto escolar se transformó en un poderoso recordatorio del verdadero espíritu navideño: la solidaridad, el amor y la empatía hacia los demás. Fue un momento que mostró que lo más importante en estas fechas no son los regalos, sino los pequeños actos de bondad que unen a las personas.
Ale Hernández, con su creatividad y generosidad, se ha convertido en un ejemplo de cómo un simple gesto puede tener un impacto profundo en la vida de los niños. La acción de la maestra refleja que cada niño, independientemente de sus capacidades, merece experimentar la alegría y el amor de la Navidad. Su acto de inclusión no solo impactó a los presentes en la posada, sino que también sirvió como un recordatorio de que la verdadera magia de las fiestas se encuentra en compartir momentos de amor y alegría con los demás.
GB